Segundo Cap
Changmin seguía en silencio mientras caminaba. Yo le seguía por detrás, era más cómodo para mí, porque tenerlo cerca no me beneficiaba en lo más mínimo. Su presencia me hacía sentir débil y pequeña cuando estábamos solos, definitivamente yo no quería mostrarme así frente a él.
Un viento frío recorrió mi cuerpo, el cual me hizo tiritar.
Empecé a frotarme manos y brazos para darme calor. Había dejado mi chaqueta en
casa por lo apurada que estaba en la mañana.
Me recriminé mentalmente, ahora tendría que aguantar todo el
trayecto con este frío. Estornudé. Me froté la nariz, estaba helada y
adormecida. Quedé mirando el suelo y en ese momento sentí calor a mi alrededor,
era tan cálido… Levanté la cabeza y encontré a Changmin rodeándome con su chaqueta.
— Changmin… — Susurré sorprendida — Muchas gracias — Le sonreí.
— No tienes porque hacerlo, ¿Qué me dirían si mi ayudante estuviera estornudándole a todos mis pacientes? no servirías para nada.
Estúpido arrogante. Que tonta fui al pensar que lo hacía por mi bien. Empecé a quitarme su chaqueta pero me detuvo.
— No lo hagas
— ¿Por qué?
— Porque yo lo digo — Me miraba amenazante.
— Claro Señor Shim, yo estoy a sus servicios — Dije irónicamente lanzándole su chaqueta.
— Molesta y además terca.
— ¡Sí! ¿Tiene algún problema señor? —Utilicé el mismo tono.
— A mí ninguna mujer me lleva la contraria, oíste — Se acercó a mi.
— Pues voy a tener el placer de ser la primera — Dije altiva.
— Eso crees tú — Se dirigió a mi desafiante.
— Mo me hagas reír, tú no tienes ningún efecto sobre mi Shim.
— ¿Quieres apostar? — Seguía acercándose
Me rodeo con sus fuertes brazos, quedé paralizada. Una sensación cálida rodeaba mi ser. Su chaqueta empezó a rodearme nuevamente mientras sentía su respiración. Me sonrojé.
— Cassie…No podía articular palabra alguna.
— Perdiste — Se separó y me mostró una sonrisa arrogante.
Reaccioné al escuchar su voz, mi sonrojo se esfumó y él parecía estar pensando en algo mientras me observaba. ¿Qué es lo que me pasa?
— Por aquí hay una cafetería — Yo alcé una ceja. No entendía nada. — Es lo que tienes que pagar por haber perdido.Él extrañamente me esperó y caminamos juntos hacia la cafetería. Tenía que ser él tan amargo como su café. Su chaqueta desprendía su olor, era un perfume embriagante y que la hacía aún más acogedora. Llegamos a la cafetería y por lo que pude ver era un cliente habitual. Todos lo saludaban pero él solo contestaba con monosílabos. Nos sentamos en unos banquillos y me sorprendí al ver a Junsu del otro lado.
— Pero yo no..
— Yo si aposté — Interrumpió. Sólo suspiré — ¿Acaso querías otra cosa? — Susurró en mi oído. Me sonrojé ante su comentario.
— ¡Claro que no!
— Vamos..
— ¡Hola Changmin! — Gritó. Changmin le saludó con un gesto. El peli negro llegó hasta nosotros — Hola Cassie, que sorpresa — Me sonrió — ¿Lo de siempre? — Se dirigió a Changmin.Para mi sorpresa Junsu trabajaba aquí y parecía llevarse muy bien con Changmin. Espero que no le diga que le puse Dr. Amargado. Junsu llegó con el café y se quedó frente a nosotros.
— Bobo ¿No me digas que invitaste a salir a Cassie?
— ¡Claro que no! — Grité sonrojada.
Él parecía no importarle nada y se mantuvo en silencio, pero aún así fulminó al peli negro con la mirada.
— Entiendo, no me miren así — Se puso una mano en la cabeza mientras reía nerviosamente.Junsu y Changmin ni se inmutaron y siguieron su estúpida discusión de niños. Por lo menos no me podría perder nuevamente ya que esta cafetería quedaba frente al Hospital, así que seguiría el mismo recorrido pero lo mejor era que estaría sin Changmin a mi lado.
— ¿Desde cuándo trabajas aquí? — Pregunté.
— Desde hace dos años, lo hago para pagar mis estudios.
— ¡Vaya!
— Aquí conocí a Changmin, en todo caso que bueno que no me tocó con él en el Hospital.
— Yo tuve la suerte de que no me tocases tú, con lo torpe que eres ya se hubieran muerto varias personas — Interrumpió.
— ¡Bobo!
— Torpe.
— ¡Bobo!
— Torpe.
— Ya basta — Dije sin ánimos — Me voy.
— Ahora dime ¿Por qué elegiste a Cassie? — El moreno no respondió — Tú eres el único que puede elegir a su interno.
— Solamente me pareció… interesante — Miró la salida.
— Solo no seas tan borde con ella.
— No te entrometas, haré lo que me plazca.
Llegué a la casa finalmente. Estaba en un profundo silencio y tenía un aspecto fúnebre. Prendíla luz del comedor y me dirigí a la cocina para comer algo. Tomé un vaso de leche y un panecillo para después ir a mi habitación. Por que de seguro Changmin llegaría en unos minutos y yo para sonrojarme por cualquier cosa que él hiciera, prefería encerrarme en ella.
La ventana daba directamente a la entrada de la casa, y podía ver todo, incluso una parte del Hospital desde aquí. Mi vista se fijó en las estrellas, cientos de ellas adornaban el bello cielo acompañando a la Luna. Fui sacada de mis pensamientos por un sonido de llaves, Changmin había llegado, se disponía a abrir la puerta. Me quedé observándolo por algunos segundos; es guapo. Si tan solo fuera más… amable. Notó mi presencia y miro hacia acá, quedé hipnotizada con aquellos ojos cafés a los cuales miraba fijamente.
— ¿Me esperabas? — Dijo con aquel tono que me irritaba.
— Para nada Shim — Sonrió de manera altiva y entró a la casa. Después de eso no lo volví a ver. Sólo escuchaba pequeños sonidos que provocaban sus pisadas.
No pude conciliar el sueño. Me moví de lado a lado, me destapé, puse la almohada en mi cabeza, probé con todas las posiciones posibles pero él aún rondaba en mi mente; ¡Él!
Oh esto era un infierno, la persona que me irritaba a todo momento se me aparecía hasta en los sueños. No es nada normal.
Vi el reloj. Cinco y media de la mañana. En una hora y media me tendría que levantar y yo todavía despierta. Decidí levantarme, si cerraba los ojos podría seguir de largo. Eso no lo permitiría. Fui al baño, para despertar decidí ducharme. Por lo menos me serviría para estar más activa. Porque Changmin me hacía rendir al máximo.
Me vestí con un sweater rosa y una minifalda blanca con detalles del mismo color que la parte de arriba. Preparé una taza de café, la dejé en una mesita frente al sillón y caí pesadamente sobre aquél; era cómodo, suave. Prendí el televiso y encontré una serie de Doctores, se llamaba Grey´s Anatomy, me pareció interesante y divertida. Relataba lo que vivimos nosotros, los internos. Reí al ver a la jefa de internos, se parecía tanto a Changmin en carácter. El nazi… era un sobrenombre perfecto para él, pero prefiero mi Dr. Amargado.
Escuché a Changmin abrir la puerta de su habitación. No le tomé importancia y seguí viendo la serie.
— Ya estás despierta — Sonaba un poco cansado.
— Nh.. — Contesté de la misma forma en que él lo hacía habitualmente.
Sentí que se me acercaba, me tomó del mentón haciendo que lo mirara directamente a la cara.
— No has dormido.
Me dejó sorprendida, además pude sentir dolor, dolor por sus palabras. Podía ser tan hiriente cuando lo deseaba. Bajé la vista. No quería estar aquí. Tomé mi bolso y salí rumbo al Hospital, quizás me serviría para distraerme un poco.— No te interesa.— Cierto — Me soltó — No me interesa en lo más mínimo, haz lo que desees.
— Molesta — Eso fue lo que le escuché decir cuando cerré la puerta.Aceleré el paso, estaba bastante enfadada y triste. Era algo que no comprendía. ¿Por qué sufría?
Llegué al Hospital y me acosté en las camas de turno, aún quedaba una hora para entrar así que la aprovecharía para descansar.
【Ƈнαηgмιη】
Sabe que no puede conmigo y aún así me desafía. Eres
demasiado molesta…
Cuando cerró la puerta con una endemoniada fuerza, la seguí
con la mirada por la ventana hasta que la perdí de vista. Soy de esta manera y
me critican bastante por eso. No cambiaré mi forma de ser por nadie. No seré
suave con ella sólo por que viva aquí. Tiene que entenderlo.
Empecé a alistar las cosas, hoy también será un día duro y
agotador. Después de desayunar salí a paso lento de mi casa. Al llegar al
Hospital pasé por la pizarra de las cirugías, me apoyé en la baranda de las
escaleras, revisé mi reloj, “6:59”. Cassie aún no aparecía, no tengo mucha
paciencia así que me dirigí a informaciones.
— ¿Cassie ha llegado?Era muy predecible y tenía certeza de donde podía encontrarla.
— Si Doctor —Respondió la mujer de informaciones.
【Ƈнαηgмιη End】
Una fuerte sacudida me despertó. Abrí mis ojos pesadamente y vi a Changmin.
— ¡Cassie!“¡Oh no!” No me digan que lo dije en voz alta y que é-él ¡Está realmente aquí!
— Ahora estoy alucinando — Dije aturdida — Me imagino al Doctor Amargado en todas partes, incluso en sueños — Alzó una ceja pero después sonrió,
— ¿Así que por eso no has dormido?
— ¿Dr. Amargado? explícate —Me miraba desafiante pero a la vez pude notar una leve sonrisa de satisfacción.
— No, Dr. Changmin — Sus ojos me devoraban — Dije..— Reaccioné y me levanté — ¡No tengo por qué darte explicaciones!
— Como quieras, solo muévete, hay demasiadas cosas que hacer — Salió de la habitación. Le alcancé y empezamos a trabajar. No me dejaré caer en sus juegos.
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