[Serial] Dr. Shim Changmin. Cap 3

Capítulo 3

Porque una sensación extraña inunda mi alma cuando estoy junto a él. No es paz ni felicidad, de eso estoy completamente segura. Débil, así podría definir lo que siento, es muy desagradable e incómodo que él tenga ese efecto en mí. Y yo sé que lo disfruta. Disfruta tomar el control. Lo sé, cada sonrisa altiva e irónica que me dedica, cada vez que me encuentro con sus penetrantes ojos y me mira con superioridad confirma mis sospechas. Momento en que posa aquellos orbes cafés sobre mí me siento desvanecer, pero aún así no quiero demostrarle que caigo así ante él. No quiero ni pienso hacerlo.

— Cassie.

 Nunca le haré saber de mis sentimiento, no a él porque es el culpable de estas cavilaciones en las que me encuentro ahora, porque es el que le dio un brusco giro a mi vida. Él.. Shim, Shim Changmin.

— ¡Cassie! —  Su voz grave y furiosa me devolvió al Hospital.

— ¿Eh?

— Cassie estamos en un Hospital, donde necesitamos a personal que esté disponible a todo momento y al parecer tú estás en otro mundo- me reprochó irritado mientras me miraba fijamente con el ceño fruncido.

— Lo siento Doctor Shim, no volverá a ocurrir — Interrumpí antes de que me siguiera regañando. No quitó la vista de mí en ningún momento, aún seguía irritado, se quedó en silencio y contestó con un gruñido de desaprobación. Volvió a rellenar los papeles que tenía en sus manos.

Después de unos segundos se levantó violentamente de su asiento y salió hecho una furia de su oficina. Me quedé plasmada pero el estruendo que produjo cuando cerró la puerta con una endemoniada fuerza me hizo despertar y buscarlo desesperadamente llevando los papeles que había dejado en su escritorio. Salí de la oficina y lo vi desaparecer en la esquina del pasillo. Tenía una gran duda… ¿Acaso era yo la causante de que se comportara de esa manera? Realmente no sabía que pensar. Dudé en seguirlo. Aún así me dispuse a alcanzarlo.

Empecé a correr, cosa que no se podía hacer en el Hospital a menos que fuera una emergencia. Y esto para mí si era una emergencia. Por que encontrar al Dr. Amargo era toda una misión. Sí, así consideraba el seguir a este misterioso Doctor. Por que cuando lo perdía de vista tenía que buscar por todo el Hospital y cuando por fin lo encontraba me reprendía por no estar atenta y ser extremadamente lenta. No sé que es peor, estar con él o no.

Cuando iba a doblar choqué con un hombre de bata blanca, caí brutalmente contra el piso. Cerré los ojos mientras me quejaba del dolor producido por el golpe.

— Vamos ponte de pie — Escuché una voz grave e imponente. Cuando abrí los ojos me encontré con un hombre moreno  y alto como Changmin. Quedé anonadada. Tenía aquel mismo aire misterioso que Changmin, con sus rasgos faciales más marcados. Me tendió su mano, sin dudarlo la acepté y me puse de pie con su ayuda.

— Lo siento Doctor — Aún estaba sujetando mi mano.

— Debes saber que no está permitido correr por los pasillos.

— Lo sé Doctor, de verdad discúlpeme — Dije apenada bajando la vista.

Sentí que me devoraban con la mirada y levanté la cabeza para ver como aquel Doctor me miraba de arriba hacia abajo. Observaba cada detalle de mi cuerpo, lo que me hizo sonrojar. Tenía el mismo efecto que Changmin…

— Eres hermosa — Soltó de repente, haciéndome sonrojar a más no poder.

— Gra-gracias Doctor.

— Dime Yunho. Shim Yunho-

— ¿Shim?

— ¡Cassie! — Gritaba extremadamente furioso Changmin, hasta que lo vi aparecer por el pasillo. Se quedó mirándonos por algunos segundos para luego fijar sus ojos en nuestras manos que aún estaban sujetas. Lo noté de inmediato y me deshice de su agarre rápidamente.

— Que sorpresa, hermano ¿No me vas a dar la bienvenida?

— Cassie, ven — Me ordenó ignorando a Yunho.

— No me digas que ella es tu interna..

— ¡Ven! — Me ordenó nuevamente, obedecí de inmediato y me dispuse a ir junto a él pero Yunho me detuvo.

— Toma, se te olvida esto — Me pasó los papeles que dejé caer cuando chocamos

— Gra-gracias — Me sonrojé cuando tocó mis manos, ¡No entendía! Realmente no puedo entender, ¿Acaso los Shims son los causantes de mi torpeza? Tomé los papeles y me dirigí hacia donde estaba Changmin.

— Nos vemos preciosa —Gritó Yunho mientras nos alejábamos de él. Changmin miró hacia atrás fulminándole con la mirada mientras a mí solo me regaló una mirada de desaprobación.

Empezó a caminar mientras yo iba a su lado. Dejaba escapar pequeños gruñidos por cualquier motivo. Y no pude evitar soltar una pequeña risa. Volteó la cabeza para verme.

— ¿De qué te ríes? — Dijo molesto para después soltar otro gruñido.

— De nada — Dije entre risas. Me miró amenazante pero aún así no podía parar de reír.

— Si no te callas lo haré yo — Sonaba bastante irritado pero seguro, entonces sorpresivamente me tomó de los hombros guiándome hacía la pared. Me arrinconó contra ella mientras se me acercaba peligrosamente.

— ¿Qué es-estás haciendo? — Pregunté nerviosa mientras acortaba la distancia entre nosotros.

— Absolutamente nada que tú no quieras — Susurró sensualmente en mi oído. Me apretó aún más contra la pared, haciendo que soltara un pequeño pero audible gemido para Changmin. Fijé mi vista en sus labios, que iban acercándose lentamente a los míos. 

— ¿A-acaso piensa besarme? — Me quedé plasmada. Inerte entre sus brazos y era muy extraño que nadie, absolutamente nadie apareciera para salvarme de esta vergonzosa situación. Lo único que pude hacer fue cerrar mis ojos. ¿Por qué justo ahora? ¿Por qué no puedo moverme? Y finalmente esperé algo que nunca llegó.

— ¿De verdad pensaste que te besaría aquí? — Preguntó divertido. Abrí los ojos encontrándome a Changmin a menos de un centímetro de mi rostro. Podía sentir su respiración.

— Dije que te haría callar y funcionó perfectamente, incluso mejor de lo que pensé Cassie — Dijo altivo.

¿Qué cree que soy? ¿Un juguete? ¿El cual puede manejar a gusto? ¡No Señor!. Me deshice bruscamente de su agarre y le miré con odio.

— Nunca pensé que fueses tan inocente — Me regaló una de sus antipáticas sonrisas.

— Y yo nunca pensé que me tocaría un doctor tan frío y sarcástico.

— Piensa lo que quieras — Dijo empezando a caminar. ¡Argh!  ¿Por qué me tuvo que tocar con él? ¡No lo soporto!

— No te quedes parada, hay mucho que hacer — Sonrió altivamente. No tenía otra opción más que seguirle, como siempre. Pero ahora que prestaba atención no se veía tan enojado como antes, por lo menos es algo bueno. Suspiré y empecé a cumplir con mi trabajo.

— Cassie ve allá, Cassie tráeme un café, Cassie busca esto, ¡Cassie esto y aquello!- solté un pequeño grito de desesperación mientras estaba acostada en las camas de turno. Estas era el único lugar donde podía estar tranquila, o algo parecido. Hundí mi cabeza en la almohada para ahogar un gran grito.

— ¿Cassie?

— ¿Ju-Junsu? — Dije apenada —No es lo que tú crees-alzó una ceja para después soltar una pequeña risa — Bueno sí..

— ¿Es el Dr. Amargado?

— Sí, no le contarás sobre ese sobrenombre ¿Verdad? — Soltó una carcajada para después sonreírme con sinceridad

— Claro que no, si el teme se entera no sé lo que pasaría además me gusta el nombre.

— Gracias.

— ¿De qué?

— Necesitaba relajarme un poco.

— Parece que te ha tocado un día difícil.

— Ni que lo digas — Deje salir un suspiro — Desde la mañana que está enojado y parece que se está desquitando conmigo — Junsu se sentó junto a mí — ¿Junsu?

— ¿Sí?

— ¿Tienes turno de noche hoy?

— No pero al parecer Taeyeon-ssi, sí.

— Ah, entonces le preguntaré a ella — No entendió al principio pero luego comprendió, comenzó a reírse.

— ¿Estás dispuesta a eso con tal de no estar con él?

— Eso y mucho más, no sabes cómo es verlo en todas partes incluso donde vivo, pero cambiando de tema, te quiero preguntar algo.

— Dime.

— ¿Te gusta Taeyeon?

— ¿Eh? —Dijo algo ruborizado.

— Vamos contesta — Sonreí.

— La verdad es muy bonita — Cambió la respuesta

— Es bueno saber eso pero después me contestarás lo que te pregunté.

— ¿A dónde vas?

— Changmin debe estar buscándome, nos vemos.

— Nos vemos.

Salí de la habitación y me dediqué a encontrar a Taeyeon. Por suerte estaba en informaciones.

— ¡Taeyeon!

— Hola, Cassie.

— Te quería consultar algo.

— Dime.

— ¿Tienes turno de noche?

— Así es, ¿Por qué?

— ¿Me lo podrías ceder? Así tendrás tiempo de descansar.

— ¿Eh?.. Pero ¿Por qué?

— Por favor — Le supliqué con mis manos juntas.

— Es-está bien.

— ¡Muchísimas gracias Tae! — Me acerque para así poder agradecerle con un abrazo — No sabes el favor que me has hecho — Su rostro mostraba confusión — Después te contaré — La solté y fui de nuevo a donde se encontraba mi calvario.

...

— ¿Dónde estabas? — Preguntó serio.

— en informaciones

— Pues vas a tener que ir de nuevo.

— ¿Eh?

— Necesito los papeles de un paciente — Me quedé parada — ¿Qué esperas? Ve — Ordenó.

Solo sabe mandarme a buscar papeles, no he entrado a ninguna operación.

Pedí los papeles y regresé al lado de Changmin, que ahora no estaba solo. Esa pelirroja lo abrazaba mientras Changmin se dejaba, lo único que hacía era colocar una mueca de asco.

Le molesta, pero aún así no la quita de encima. Es muy extraño.

— Ejem —  Carraspeé para que me tomaran atención — Dr. Shim aquí están los papeles. — La pelirroja me quería matar con su mirada.

— Vete Bom

— Pero ¡Changmin-ssi!

— No te he dado confianza para que me llames así, ¡Ahora lárgate!

Sonreí al escuchar que le trataba así, la pelirroja lo notó y me miró con odio.

— Sígueme Cassie

 El día pasó con lentitud y por fin había terminado un extenuante turno con Changmin. Ahora tocaba mi turno de noche, era la única manera de librarme de ver esas sonrisas irónicas que me hacían enojar y de pasar esas vergonzosas situaciones en las que me probaba de vez en cuando. Lo último era lo que menos quería, me hacía dudar.

Bajé por las escaleras, quería evitar por cualquier motivo el encontrarme con Changmin, y resultó tal y como lo había pensado. Encontré a Taeyeon  y cambiamos turnos, me despedí de ella y me dirigí a la oficina de su Doctora. Toqué la puerta y entré sigilosamente.

— Buenas noches Doct.. — No pude terminar la frase porque me sorprendí tanto al ver a Yunho sentado ahí — ¿Dr. Yunho?

— ¿Cassie-ssi?

— Me equivoqué de oficina, disculpe — Observé el número de la oficina, era el mismo que me había dado Taeyeon.

— No te has equivocado Cassie, soy el Doctor de intercambio.

— Entonces …

— Sí, vamos a hacer el turno juntos — Aún no podía procesar lo que me decía — No te preocupes, no seré tan estricto como Changmin.

— Eso espero.

— Entonces comencemos Cassie — Dijo levantándose de su asiento.

— Empecemos Doctor Yunho.

— No me digas así, dime Yunho nada más.

— Bueno Yunho.

Comenzamos con nuestro turno, nuestro primer paciente; un niño con deformación en sus manos. Me dio tanta pena verlo a un pequeño de 10 años con un problema así. La vida puede ser muy injusta.

Me sorprendí al ver a Yunho tan serio pero a la vez amable con el pequeño. En cambio Changmin siempre está serio. Tan parecidos y diferentes podían ser a la vez. La cirugía se inició de inmediato.

— Cassie-ssi

— ¿Eh?

— ¿Qué sucede?

— Solo que aún no puedo acostumbrarme a que me llames así, con modismos. Sólo me llaman por mi nombre, normal.

— ¿Changmin?

— Sí.

— Déjalo de lado, ahora prepárate.

Aún no entendía.

— Vas a entrar conmigo a la operación de este niño.

— ¿De verdad?— Dije incrédula. Era mi primera cirugía

— Claro, ahora ve.

Partí corriendo a la sala de cirugías, específicamente a la zona de esterilización; donde todo estaba perfectamente limpio. Cuando estaba lavando mis manos Yunho apareció y se lavó las manos junto a mí.

— ¿Nerviosa?

— Ansiosa.

Nos colocamos las mascarillas pues lo demás ya lo llevábamos puesto y entramos.

Cinco horas nos llevó la reconstrucción de sus manos. Yunho era un excelente cirujano plástico pues dejó las manos tal y como se lo había prometido a los padres, fue un éxito total.

Salimos exhaustos de la sala para después sentarnos por un momento.

— Eres muy bueno Yunho — Sonreí.

— Gracias, pero tú no te quedas atrás — Me sonrojé ante su comentario— Gracias.

— Vamos, tenemos que darles la buena noticia a sus padres— Asentí.

 Qué diferencia había entre ellos…

La noche pasó rápida, las 5 en punto y aún me sentía con ánimos de seguir. Con Yunho nos sentamos en las sillas que generalmente la gente usa para esperar los resultados de las cirugías.

— Voy a descansar lo que me queda antes de empezar con el otro turno — Me levanté dispuesta a ir a mi lugar de descanso pero Yunho me agarró de la mano.

— Cassie.

— ¿Sí?

— ¿Te gustaría cenar conmigo el sábado? Vi que tenías libre ese día, ¿Qué dices? — Se levantó. Dudé un poco.

— Esta bien.

— Perfecto, entonces nos vemos mañana — Se acercó a mí, dándome un beso en la mejilla — Que tengas dulces sueños preciosa.

Odio sonrojarme pero no podía evitarlo.

Llegué a la cama y me dormí inmediatamente.

Desperté lentamente, vi la hora 6:58, en dos minutos más empezaría mi turno. Me levanté con dificultad ya que había dormido muy pocas horas y trabajar mucho me desgastó notoriamente. Aún así saque fuerzas para salir.

Saqué un espejo de mi bolso, notorias ojeras podía ver en mi rostro. No dudé en maquillarlas para así pasar desapercibida.

Me encontré a Changmin en la entrada, ni se molestó en saludarme sólo pasó de largo y listo. Ya empezamos con la frialdad.

Revisamos la pizarra con operacio

nes y después nos dirigimos a urgencias. No me preguntó nada, quizás no se dio ni cuenta que no llegué a casa. ¿Por qué me hago falsas esperanzas?

Cuando nos dirigimos hacia Urgencias me dio un pequeño mareo. Me detuve. La vista se me nublaba y solo atiné a refregarme los ojos, él giro para observarme.

— ¿Estás bien? — Dijo serio, sin ningún tono de preocupación.

— Si, no pasa nada.

El piso empezó a dar vueltas, ya no me pude mantener en pie y caí, pero antes de tocar el suelo unos fuertes brazos me sujetaron.

— Molesta  — Fue lo único que pude escuchar antes de desvanecerme.

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