lunes, 21 de abril de 2014

Las linduras de la poli. Cap 14

Capitulo 14


***Jaejoong***

Puedo ser muy paciente esperando por Yunho, pero no puedo tolerar que él me odie. Sus palabras anoche fueron muy duras, mi corazón se partió en dos e incluso lloré en silencio mientras tomaba una ducha. ¿Será nuestro fin? ¿Ese hermoso amor que construimos los dos en este tiempo fue falso? Afortunadamente era domingo y me quedaría en casa todo el día. Quería estar con Yunho a su lado para ganarme su perdón.
-Junsu –él me llamó al celular –te dije que no iré. Me quedaré en casa. Te dejaré ahora –le colgué y le sirvo un plato de comida a Yunho –almorcemos juntos por favor –sé que con mi mirada le rogaba. Él me acompaña en la mesa y disfrutamos del ramen que había preparado. Mi celular suena de nuevo y esta vez Yunho lo toma en  sus manos y contesta
-Hola Junsu… es Yunho… así que es eso… él irá… ¡Claro que sí!... cuídate mucho y recupérate pronto –la llamada terminó y le miré en espera de sus palabras -iremos a ese reconocimiento, así que espero que estés listo en tres horas
-¿estarás ahí?
-si –mi rostro sonreía, ¿él estaba perdonándome? Terminé con unos bocados más y fui a bañarme para mojar mi cabello y luego secarlo para dejarlo perfecto, debía lucir hermoso para Yunho. Cuando me visto con estilo él cae rendido ante mí y eso era lo que necesitaba en ese momento.   

CUATRO HORAS DESPUES…

-Yo… le agradezco a todos los presentes por apoyarme en este reconocimiento a nuestra dura labor, esta misión no fue nada fácil. Un gran amigo y policía está recuperándose de las heridas y en representación de él doy gracias a Shim Changmin, él mejor de todos, te queremos demasiado y también quiero compartir este reconocimiento con la persona más importante en mi vida. Te amo demasiado y lo sabes –le sonreí a Yunho que estaba de pie en la tercera fila del improvisado auditorio. Luego hablaron varias personas más y estuve sentado en una silla especial para mí, cuando se acabo la ceremonia busqué de inmediato a mi amado pero no le encontraba por ningún lado. Era ridículo tener que llamarlo al celular pero así hice
-Yunho ¿Dónde estás?
-Jaejoong no tardo
-¡¿Qué?! ¡¿Te has ido?!
-dame una hora y regresaré por ti
-¿una hora? Pero ¿Qué estás haciendo? –él me colgó y le regresé la llamada pero no me contestaba y maldije. Estaba enojado. Changmin se me acercó y me abrazo felicitándome de nuevo. Me preguntó cómo estaba y tuvimos una corta comunicación. Él recibió una llamada de Minho y me quedé solo.
-Hola lindura
-ehh… hola –era un compañero de trabajo
-debo aceptarlo –me dice –no son tan débiles como creía, su belleza no obstaculiza su inteligencia y me alegra saberlo –él me abraza y me habla al oído –aun así no dejaran de ser las linduras de la policía que aunque no crean… todos queremos proteger -él se aleja y le sonrío –no te ofendas Jae pero… que Junsu esté soltero hace que sea el más deseado –me guiña el ojo y se va con sus otros compañeros.
Ese tema de Yoochun y Junsu debe quedar arreglado. Yoochun debería estar escuchando todo esto para que reaccione y regrese con mi mejor amigo. Otro compañero de la policía se me acerca, sus toques de felicitación eran muy frecuentes y Yunho aparece justo en el momento en que se me acerca mucho al rostro
-nos vamos –me dice serio y le sigo hasta llegar al auto. Me subí en la silla de copiloto y le miraba
-¿estás…. Enojado? Yunho es solo un compañero que…
-no te estoy preguntando nada –fue su fría respuesta
-¡bien!... no pretendo seguir discutiendo –crucé mis brazos resignado a la actitud de mi novio. Le odiaba pero al mismo tiempo quería llorar como una persona abandonada. 
Estuvimos en silencio durante el resto del camino y él se estaciona frente a casa. Baje rápido del auto e ingreso para caminar por la sala y llegar a la habitación. Me quedé de pie como estatua viendo la cama llena de pétalos de rosa, velas pequeñas en forma de cilindro por muchas partes creando un ambiente de romanticismo puro. Yunho enciende el minicomponente y una canción exquisitamente lenta suena. Le siento abrazarme por detrás y me quedo quieto dispuesto a dejarme llevar por él
-dije muchas cosas… sin sentido –sus labios rozan mi mejilla –lo confesaré una sola vez –mis oídos le escuchaban llenos de expectativa –cuando diga que te odio… es que te amo tanto que me da miedo aceptarlo, me vuelves débil, lo deje todo por ti, asi que te convertiste en mi mundo Jaejoong, ni siquiera noté en qué momento… 
-shh!!! –me giré para besarlo apasionadamente, mis manos se enredaron en su cabello buscando que su cabeza no se separara de la mía en ningún instante. Chupaba su labio inferior con tanta entrega, con tanto amor, yo solo quiero pertenecerle a él.  
-te amo Jaejoong –me logra decir entre el beso y luego acaricia mi cuello
-¿Qué esperas para lanzarme a la cama? –la fuerza de Yunho y ese instinto animal sexy cuando se excita me toma por los brazos para empujarme y hacerme caer sobre el dormitorio. Los pétalos de rosa me generaban un ambiente de solo amor, abrí mis piernas para que Yunho se ubicara mejor sobre mi cuerpo y me besara comiendo mis labios y llenándome de su humedad.
Las horas pasaron y Yunho sin querer separase un centímetro del aliento de mi boca me penetra con lentitud. Él está sobre mí presionando mi erección con su pecho duro y musculoso. Se mueve dentro de mi cuerpo y enrollo mis piernas sobre su espalda para conservar el calor que emanaba nuestro deseo de poseer y ser poseído.
-mmhh…mhhh…mhhh –Yunho ahora se sienta sobre la cama y me carga para penetrarme en esta forma, yo subía y bajaba a mi ritmo, su espalda conservaba algunos pétalos pegados por el sudor que su cuerpo empezaba a producir. Mis manos recorrían su espalda, suave, pegajosa y demasiado sensual. Le besaba todo su rostro, lamia su barbilla y él reía con sus ojos cerrados. Volvíamos a la boca sin dejar de conectarnos en la penetración, me sentía en las nubes elevándome con cada corrientazo que pasaba por mi cuerpo por estar unido a Yunho.
Mi amado me acuesta con delicadeza y me rueda hasta el borde de la cama para seguir disfrutando de mi cuerpo. Mis piernas subidas eran sostenidas por él. Me masajeaba con mucha rapidez porque estaba demasiado excitado. Le pedí a Yunho que fuese más rápido y lo hizo tan perfecto dándome en el punto exacto que luego de unas movidas más yo me corrí sobre mi pecho y él se vino segundos después derramando su esencia dentro de mi cuerpo.
Yunho se tumba en la cama respirando con profundidad
-Yunho –logré pronunciar con dificultad
-debes dejarme descansar si quieres más –me responde y me rio
-eres el mejor amante –le escuché sonreír y eso me hacía muy feliz. Tiempo después le abracé y le besé de nuevo para sentir que estábamos mejor que nunca en nuestra relación.  

***Changmin***

¡Rayos! Minho…. Mi celular registra una llamada entrante de él
-Hola amor ¿Cómo estás? –le contesté
-¡holaaaa! ¿Dónde estás? Estoy en el aeropuerto ¡ya llegué! –me dice animado
-amor… lo siento, yo… no puedo ir por ti. Espérame en casa ¿sí?   
-eh… está bien, yo te espero en casa –él no se escuchaba muy feliz pero sabía que me entendería. En estos momentos estoy por atrapar al maldito que le hizo daño a Junsu, no me sentiría bien hasta que le diera de lo mismo. Regresé a mi oficina
-Changmin ¡lo tengo! –Me dice mi subordinado, es un chico que me admira mucho y ha demostrado ser leal –está por la calle Rouge. Todos los viernes visita este motel –empecé a analizar al bandido para atraparle en el mejor momento y para que no tuviera forma de escapar. Mi subordinado se ofrece a buscar unos cafés y yo me quedé ideando la estrategia para actuar. Diez minutos después alguien toca la puerta y es un compañero
-alguien pregunta por ti, se llama Minho
-¿él está aquí? –dejé los papeles que tenía en mi mano sobre el escritorio y me apresuré en llegar a la entrada de la institución
-¡Changmin! –él me ve y corre para que le abrace
-¿Qué… que pasa? –él me mira
-nada… solo moría de ganas por verte y estabas tardando demasiado
-pero… te dije que me esperaras en casa
-¿puedo esperarte aquí? –mis ojos se abrieron como platos
-te vas a aburrir, estoy analizando un caso y… -él se aleja unos paso de mi
-ya entendí, me voy a casa –el tono que uso solo me decía que estaba molesto, suspiré y le tomo del brazo para que no se fuera así
-hey!!! –llamé por su atención
-lo siento, no quería molestarte –él se va de la institución y volví a mi oficina para decirle a mi subordinado que detuviéramos el caso por un momento y para recoger las llaves de mi moto. Utilicé el manos libres de mi celular y llamo de inmediato a Minho
-¿Dónde estás? Iré por ti –le dije
-no quiero, llegaré a casa en taxi
-Minho por favor… exijo saber ¿Dónde estás?
-¡¿me exiges?! –Le escuchaba reírse en sarcasmo –yo no tengo porque…
-dame lo que tengas –una voz pronuncia y presentí lo peor
-estoy a tres cuadras por el norte –la comunicación se cortó y aceleré lo más rápido que pude para buscar a Minho. Afortunadamente no estaba lejos y llegué justo a tiempo, el bandido intentó correr pero con mi moto le cerré el paso. Era más alto que él y eso le intimidó. Me mostró una navaja pero eso no me asustaba a mí, de un golpe se la derribe y recuperé el celular de Minho, unos compañeros que me vieron desde su auto se acercaron y les pedí que se llevaran al bandido.
En casa, nosotros estábamos distantes. Me senté en el sofá a ver la televisión sin concentrarme, mi mente estaba con Minho, ¿debía iniciar la conversación? Yo no quería ser blando. Finalmente le siento acercarse, fue poco a poco hasta que se ubico al lado de mi brazo y termina abrazándome por el cuello de medio lado
-¿me perdonas?
-y ¿Qué debería perdonarte? Que hayas sido un impulsivo
-¡tenía casi una semana sin verte! De verdad que no me comprendes
-¿Qué no comprendo? –le miré y le acomodé sobre mis piernas, nuestros rostros ahora estaban frente a frente
-que te amo demasiado, que odio estar lejos de ti, que muero de celos con solo imaginar que otro quiera enamorarte, que te necesité cada noche que estuve en mi casa. Te pienso a cada segundo –Minho me besa y yo le cargaba tocando sus nalgas, él se mueve un poco para que nuestros cuerpos empezaran a reaccionar y sí que lo hacían. Quería desnudarlo y eso hice, él estaba sobre mí desnudo besándome por el cuello y volviendo a mis labios, tocaba su espalda suave y caliente del calor que tenia, su sexualidad estaba endureciéndose y eso me fascinaba.
Sus manos me arrebatan la camisa y empieza a besar mi pecho bajando hasta mi pene, lo toca por encima del pantalón y suspiraba dejándome llevar. Abre mi corredera con lentitud y sentía que iba a explotar, necesitaba que lo metiera en su boca, el bóxer ya me presionaba lo suficiente que dolía, debía quitarlos y eso hice produciendo una sonrisa en Minho. Él toca la punta con su lengua y empecé a gemir. Mi corazón latía a mil y me sentía sofocado. Él finalmente lo introduce completo y mi cabeza cayó hacia atrás cerrando los ojos. Volví a ver su cabeza subir y bajar de mi sexualidad   
-oohh!!!… Minho… lo haces perfecto… mmm –mis manos se revolvían en su cabello y cabeza para que él no dejara de darme tanto placer. Me elevaba y solo lo deseaba a él. Estaba a punto de correrme y le pido que se detenga para besarlo y rozar mi pene entre su entrada. Los besos eran más que húmedos. Eran caníbales, comernos en todo el sentido de la palabra era lo que nuestros cuerpos pedían.
Minho se auto penetra y se mueve a su antojo, yo le veía disfrutar de nuestra conexión y tocaba su pecho, es hermoso. Buscaba su boca para besarlo y él no me negaba nada. Sus labios entreabiertos buscando aire eran demasiado sensuales y me volvían loco, nunca imaginé llegar a quererlo tanto, lo amo mucho más cada vez que hacemos el amor.
Cambiamos de posición y ahora él se apoyaba sobre el sofá con sus piernas recogidas y por detrás yo le hacía mío de nuevo. Me pegaba a su cuello dándole besos sueltos y no pude alargar más el placer, debía moverme muy rápido para explotar en su interior
-ohh…. Ohhh… siii –Minho lo disfruta al igual que yo y me corro en su interior. Él se auto masajea y le hablo a su oído para ayudarle, manchamos el sofá con su semen y me siento para que él descanse sobre mí. 
-me traes loco Minho –le decía dándole besos sueltos en su mejilla, él asentía con su cabeza y me da un beso en la boca.

***Jaejoong***

Estaba preparando la cena para darle a Yunho, él adora que yo le cocine y luego de esa demostración de amor yo le hago lo que me pida. Él fue por unas bebidas y el timbre suena. Él tenía llaves así que encontré extraño el momento, bajé un poco la llama de la estufa y fui a abrir
-¡hola! –Era Yoochun –pasa… déjame ayudarte –le iba a recibir su maleta
-gracias, ¿tienes algún problema si me quedo esta noche?
-no, claro que no. ¿Has cenado? –él niega con su rostro y entiendo que debo preparar un poco más para él. Le comenté que Yunho no estaba y se sentó en el sofá en espera de mi novio –sabes Yoochun… Junsu está viviendo solo y…
-no regresaré con Junsu
-¡eres un tonto! –le dije mientras revolvía la comida
-ni se te ocurra decirle que estoy aquí –me dice y yo niego con mi cabeza, la verdad ya le iba a comentar a mi amigo pero por lo pronto no le diré nada. Primero debo saber que viene a hacer Yoochun en Busan.

***Junsu***

He salido de la institución y muero de hambre, estoy pensando en ir con Jaejoong al restaurante de Yunho. Ya que no tengo que hacer será buena idea ir a verlos. Fui en mi auto hasta el estacionamiento del restaurante y me alegraba de verlo lleno. Entré y para evitar que el mesero con la bandeja callera me gire y caí sobre las piernas de una persona sentada en una mesa, en cuanto me levanté la copa de agua sobre la misma se derrama y mojo su traje
-lo siento, lo siento
-¡inepto!
-¡no me llame así! Fue sin ninguna intención –el hombre me toma por el brazo para descargar su molestia
-es un traje costoso
-¡suélteme!  
-¡suéltalo! -miré a quien me ayudo a soltar de ese desagradable hombre y era Yoochun, me quedé perplejo e inmóvil mientras él solo se fijaba en mi agresor para pedirle que se calmara. Me llevo con él hasta la oficina de Yunho –Junsu… ¿estás bien?
-estás aquí –fue lo que pude pronunciar y le abracé fuerte sintiendo que no era una ilusión verlo de nuevo, incluso sentí su olor, era él –te extraño Yoochun –le dije sin dejar de abrazarlo –te…
-¡Espera! ¡Espera! –Él no me deja terminar de hablar y me separa –tengo cosas que hacer aquí… no he venido a quedarme
-¿a qué has venido?
-son… asuntos personales, no tengo por qué decirte –me dolían sus palabras, yo quería saberlo todo de él
-hola, aquí están…. ¡Junsu! –Era Yunho quien entraba por la puerta de su oficina –toma las llaves de mi auto –le entrega a Yoochun. Me fui detrás, era mi oportunidad para estar con él o al menos lograr algún acercamiento.
Como pude me senté en la silla de copiloto y Yoochun se mostraba serio al tener que llevarme con él. No quiero que me odie, solo que me hable como antes.
-¿A dónde vamos? –le pregunté
-no querrás saber la respuesta –él se ven tan sexy conduciendo el auto, me ignora por completo ya que su concentración está en la calle -¿Qué te parece si te dejo aquí? Podrás tomar un taxi
-quiero saberlo –insistí
-me gustaría comprar una casa, es lo que hacen las parejas antes de casarse –me quedé en silencio –quiero darle una sorpresa –bajé mi cabeza para ocultar mi dolor pero me recupero con rapidez
-ok. Te ayudaré a buscar –le dije sintiendo un nudo en la garganta
Vimos tres casas, muy bellas y perfectas para una pareja de recién casados. Como envidio a esa persona, mis esperanzas empezaban a perderse, era cierto que tenía a alguien y no era yo
-¡Junsu! –Él me saca de mis pensamientos -¿aquí está bien? –asentí. Él me acercó hasta la institución para trabajar y algo me pidió que hablara
-hay… hay un musical en el teatro rojo, te esperaré en la entrada principal a las ocho en punto
-Junsu no podré ir
-yo te esperaré, no faltes por favor –me bajé del auto y no me atreví a mirar hacia atrás porque seguramente estallaría en llanto.

***Yoochun***

Pero ¡¿Qué rayos estoy haciendo?!... desde el auto de Yunho estoy viendo a Junsu esperar por mí en el teatro, no le haré sufrir más, su rostro está muy preocupado. Bajé del auto y me acerqué a él. Sus ojos estaban algo brillantes y sonríe hermoso como siempre. Le recibí mi boleto en la mano y le señale la entrada para que siguiéramos. Él no pronunciaba nada pero sonreía y bajaba su cabeza quizás para que no le notara pero yo podía observar su mínimo gesto.  
Junsu no estaba mirando el musical, me estaba mirando a mí y eso me colocaba nervioso pero obviamente él no podía saberlo. Con mi mano derecha toco delicadamente su mejilla  y le obligo a mirar frente al escenario, él se disculpa y seguimos disfrutando del evento. Lo cierto es que la cercanía de Junsu también me afectaba. Moría de ganas mi mano derecha por tocar la suya, no estaba para nada cómodo con tantos sentimientos revolviendo mi estomago. Rogaba que terminara el musical cuanto antes.
-fue algo corta la historia ¿no crees? –me pregunta Junsu cuando nos levantábamos de las sillas para salir, no pronuncié nada y mientras caminábamos mi ex usa la excusa de la cantidad de personas que iban a nuestro lado para tomarme del brazo caminando junto a mí. Nos desplazamos así de juntos hasta el auto.
-te llevaré a casa de Yunho y de allí tomarás un taxi –le abría la puerta de copiloto 
-¡¿Qué?!... no… ¿Qué te parece ir a cenar? ¿Sí?... conozco un restaurante en…
-¡Junsu! –le llamé la atención
-quiero estar más tiempo contigo –él fue honesto y me mira a los ojos, en segundos le siento lanzarse sobre mí y me besa, debía evitarlo, debía rechazarlo pero mi cuerpo quiere y desea sentirlo. Ladeo mi cabeza a la derecha y luego a la izquierda disfrutando de sus labios entre los míos. Todo era delicado y suave, las manos de Junsu cargaban mi rostro y pronto hizo conexión de nuestras lenguas. Es difícil detenerme pero lo pude hacer separándome de él –no te cases con él –me lo dijo en susurro –por favor… no te cases con él
-te llevaré a casa –pronuncié empujándolo para que se sentara en el puesto de copiloto del auto. 

2 comentarios:

  1. me gusta el fic!!!
    pobre junsu no me gusta que sufra, porfavor yoochun perdonalo!!!
    continuala please

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  2. Nooo!!!! Chunnieee tienes q estar perdonarlo ...
    Owww y esa entrega de amor del YJ :3

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