Capítulo 7
***Yoochun***
Nunca me había sentido así de ansioso por estar con alguien, ¿Qué me ha hecho Junsu que me atrevería a decir que le amo? Es tan hermoso y tan perfecto para mi cuerpo, le beso lento con mis manos explorando su espalda bajando hasta la curva de su trasero, es muy sexy esa parte que no me canso de tocarlo muchas veces.
Le llevé hasta su cama para acostarle ubicando unas almohadas que cargaran su cabeza. Los botones de su camisa los abría uno por uno y la luz de la lámpara me permitía ver su pecho delicado y bien formado. Podía ver su respiración profunda, él aun estaba muy nervioso y pasé mis labios por cada parte de su piel, me concentré en sus tetillas conociendo que es zona sensible. Con mi mano derecha le tocaba su miembro y escuchaba jadeos. Volví a sus labios y él me pedia hacer contacto con su húmeda lengua. Me quité mi camisa y volví a su cuello enloqueciéndole y excitándole.
Le sentía duro, necesitado de mis manos que con curiosidad tocaban sobre su jean la abultada entrepierna. Le retiré el jean junto con el bóxer liberando su erecto miembro y le veo a sus ojos de nuevo, él los cubre apenado y sonreía. Besé su vientre y todo su alrededor del pene para excitarle aun más y pronto beso la punta. -ahhh –pronunció con suave y delgada voz. Metí su miembro entero en mi boca y él se relajó por completo. Dejó caer su rostro sobre las almohadas y me dejó succionar su sexualidad.
Le siento moverse un poco de lado derecho para buscar en la mesa de noche un lubricante y me lo entrega. Él quería que avanzara, quería que entrara en su cuerpo y yo no cabía de la dicha. Me termino de desnudar mostrándole mi pene con vida propia y él me mira deseoso. Vuelvo a sus labios mientras rozo nuestras partes sensibles y duras, nuestros abdómenes tocándose le daban mayor placer a ese momento.
Tomé mi pene en mis manos y lo acomodé para que entrara en el cuerpo de Junsu. Por el lubricante fue muy fácil y él gemía reconociendo que era lo que quería. Me muevo un poco para acostumbrarle y él me toma por el cuello para que le besara con mucha pasión y deseo.
Pronto estuve entrando y saliendo con fuerza y le escuchaba gemir y jadear tocando mi espalda y empujándome incluso con sus manos para que fuese más adentro de él
-oh!!! Junsu!!! –Le decía observando como mi cuerpo perdía la razón con el de mi acompañante – ¡eres tan hermoso! –quise cambiar de posición y recosté mi espalda a la pared para que él pudiera subirse en mí y así le tuviera más asequible a su boca y cuello, sobre todo esto último era lo que me interesaba
-uuuhh…. Uuuhh…. Uuuhh… -le escuchaba más de cerca, mis manos se posan en su trasero y le subía y bajaba con fuerza, mi deseo actuaba con locura y temía hacerle daño pero quería llegar hasta su fondo
-¡¡chun…nnie!!.... mmmhhh… -su frente se unía a la mía para sentir mi respiración y le besé con enredos mientras nuestros cuerpos siguieran subiendo y bajando moviéndose con rapidez. Su piel ya estaba pegajosa y eso me excitaba aun más. Tardé unos minutos más en esa fantasía que el sexo permite imaginar y me corrí en su interior. Le pedí que se sentara sobre mí dándome la espalda y le masajee su pene besando su cuello hasta que bañó mi mano con su semen y su cuerpo se tumbara sobre mí quedando sin fuerzas temporalmente.
Logré ayudarle para que descansara bien sobre la cama y estuvimos así por varias horas hasta que pudimos ir a la ducha.
***Changmin***
Generalmente los domingos visito a mis linduras pero este día en particular no me siento con ganas de salir. Tampoco soy de los que duerme muchas horas pero la cama se está convirtiendo en mi mejor amiga y aun no logro tener ánimos para levantarme. Un calor extraño me inunda y retiro las cobijas con desespero pero también siento un frio y me cubro de nuevo. Yo soy un hombre fuerte y no es posible que anoche hubiese cogido un resfriado.
Me hundía más en la cama y trataba de dormir pero no lograba hacerlo. El timbre de mi casa suena y odié al imprudente que pudiera ser. Tocaban con tanta insistencia que cubrí mi cabeza con las cobijas y como pude me levanté para abrir
-¡Hola Changmin! –escuché esa voz, que pedí que no volviera a sonar –¡omo! ¿Estás bien? –parece que mi aspecto también empezaba a dar signos de que no me sentía bien. Él idiota ingresa a mi casa y me hace regresar a la cama, no tenía fuerzas para discutir y me dejé caer sobre la misma
-¿Qué haces aquí? ¡Acosador! –pronuncie con voz ligera y él toca mi frente
-tienes fiebre –él lo descubre
-no tengo nada. Vete por favor
-¿ya has comido? –no he podido hacer nada y si muero de hambre pero no le diré nada a este idiota –te prepararé algo, no tardo
***Yoochun***
Abrí mis ojos despertando de ese agradable sueño y encuentro a Junsu a mi lado, con su mano descansando en mi pecho y la toco con suavidad. Él se despierta y me mira espabilando con lentitud y eso le hacía derrochar ternura, le doy un beso en la palma de su mano y sonreía. Lo amo, lo amo, es la primera vez que amo a alguien
-quisiera saber qué piensas –él comenta y le miré con complicidad -¡chunnie!
-¿estás muy curioso? –yo le subo en mi pecho y le cubro el trasero con las cobijas de su cama
-si
-entonces…. dame muchos besos, quizás después pueda decirte –Junsu aceptó mi petición y me acariciaba el rostro, me daba besos en el cuello y le aferraba más a mi pecho. Su celular suena y él se aleja de mí para contestar cubriendo su cuerpo desnudo con las cobijas
-si Director, estaré enseguida –él me explica que debe irse a su empleo por una emergencia. Nos dimos una ducha rápida y me aseguré de dejarle en la institución con el acuerdo de buscarle más tarde
***Changmin***
-eres un niño consentido ¿sabías? –Minho lo dijo y lo acepto, le pedí que me diera la comida pero porque de verdad no me sentía muy bien y me he recuperado rápido, quizás solo debía reponer fuerzas –solo necesitabas un buen plato de comida
-escucha… te agradezco lo que has hecho por mí pero ya es hora de que regreses a tu casa ¿de acuerdo? -me levanté de la cama para tomar un baño, eso era lo que me faltaba para estar como nuevo
-no hasta que estés recuperado –yo me reí
-no me voy a morir y ya no tengo nada, deja la exageración, además prometiste dejarme en paz
-pero… pero… -le iba a ayudar a salir de mi casa y recibo una llamada al celular del director para una reunión de último minuto
-debo salir ¡vete ya! –él entendió mi mirada y mis ganas de utilizar la fuerza si se negaba a esta orden
***Jaejoong***
Yunho condujo mi auto hasta la institución. Me ofreció las llaves sin soltarlas como excusa para besarme muchas veces, no quería dejarme ir y debía presentarme ante el director
-¡Yunnie no más! –tuve que pedirle contra mi deseo y finalmente le dejé ir para atender la reunión. Encontré a Changmin y Junsu en la oficina del director y a nadie más. Me senté frente al escritorio dispuesto a escuchar
-señores Kim… ustedes han demostrado que son capaces de negociar con temas de secuestro. Está vez en el edificio Blue hay un empleado antiguo que ha amenazado con explotar una bomba, tienen a doce personas en medio de esta tensión. Por favor manejen este momento –Junsu y yo nos mirábamos a los ojos –Changmin tú conoces más del tema, ayúdales
-si señor –fue su respuesta
Changmin nos indica que lleguemos a los lockers para usar chalecos antibalas y preparar nuestras armas. Luego nos trasladamos al auto de la policía y fuimos al lugar del problema
-¿son el equipo negociador? –un policía nos recibe con la pregunta y Changmin asiente –él sospechoso está en el tercer piso, está un poco agresivo
-chicos ¡hay que entrar! –fue la orden de Changmin y me tensioné. La situación era complicada y mis nervios estaban a flor de piel. Nos miramos los tres y seguimos al menor quien ya marcaba el camino para avanzar al interior del edificio.
-¡policía! ¡Vamos a entrar! –fue la imponente voz de Changmin
-si entran… ¡los mato a todos! –escuchamos el clamor de las personas para que no abriéramos la puerta
-escucha Lee Jeun –me acerqué a la puerta para iniciar la negociación, empezando por utilizar su nombre –solo queremos que liberes las personas que nada tienen que ver aquí –respiraba profundo –te llevaremos con los encargados y presentaras tus denuncias, te ayudaremos
-¡no es cierto! –gritó el hombre y escuchamos un primer disparo. Changmin pidió que desde abajo distrajeran al sospechoso para nosotros ingresar con rapidez. Así sucedió y cruzamos la puerta, varios hombres apoyaban al secuestrador y Junsu logra desestabilizar a uno, yo también dejó inconsciente a otro y Changmin fue con Lee Jeun de inmediato
-¡voy a explotar la bomba! ¡Van a morir todos! –dijo el demente con el artefacto explosivo en su mano derecha y Min logra golpearle rápido para quitar la bomba. Las personas más cercanas a la puerta pudieron escapar pero aun quedaban unas cinco dentro de la oficina
-¡Junsu cuidado! –uno de los bandidos logró esconderse en cuanto nosotros aparecimos y ahora se mostraba apuntando a la cabeza de mi mejor amigo por su espalda. Changmin también logra apuntar su arma en la cabeza de Lee Jeun
-¡suéltalo o le disparo! –comentó el secuestrador. El rostro de Junsu reflejaba temor y quería salvarle, me comuniqué con sus ojos y asentí sin ser notado. Junsu le golpea en su estomago, yo corrí para caer sobre el hombre y así logramos esposarlo
-¡Muy bien! ¡Muy bien! –Nuestro protector nos reconoce y sonreíamos –llevemos este al auto para su juicio –él hombre quien escuchó no estaba dispuesto a ser entregado y se mueve lo suficiente para que la bomba se activara, teníamos dos minutos
-¡Changmin! –le grité. Le vi soltarse de la persona y correr hacia nosotros para empujarnos a la salida. El hombre se quedó adentro tratando de huir pero le fue imposible y la bomba le causa la muerte. De inmediato nuestros policías refuerzos aparecieron y ayudaron a los rehenes.
Changmin estaba inconsciente y me apresuré a llamarlo con desespero, entre Junsu y yo lo sacamos del lugar para subirlo a la ambulancia que ya esperaba por algún herido. Debíamos relatar los hechos y no pudimos acompañar a nuestro amigo
-director, prometo hacerle el informe pero por favor déjeme ir con Changmin –le rogué y Junsu le hacía caritas para obtener el permiso
-bueno, está bien
***Changmin***
Parece que inhale mucho humo por la explosión y eso me afectó las vías respiratorias, caí desmayado y eso hizo que mi brazo se afectara, no me lo fracturé afortunadamente, pero si estaba muy hinchado y dolía demasiado.
-¡Changmin! –escuché la voz de Junsu y luego le vi que entra corriendo hasta abrazarme fuerte
-me… me duele –le retiré sus manos con delicadeza
-Jae ¿está bien? –no le vi llegar
-te está preparando una comida –Junsu empezaba a mover mi cabello con sus manos para acomodarlo y ver mi rostro –el doctor dice que puedo llevarte a casa ya mismo
-¡genial! –me levanté de la cama y me cambié la bata por ropa normal. Junsu me llevo en el carro de Jae hasta mi casa. Mi lindura me llevaba del brazo para guiarme y me cuidaba mucho.
Desde afuera podía sentir el exquisito olor de la comida preparada por Jaejoong, es el mejor en la cocina y cuando me enfermaba siempre me cocinaba. Solo que en los últimos días él ha estado ocupado con su novio el bandido
-¡Changmin! –él sale a abrazarme y me alejo un poco para que sepa que aun siento dolor en mi cuerpo. Me da un tierno beso en la mejilla y yo sonreía de felicidad por la atención de mis linduras.
Pasamos al comedor, cada uno con su plato y disfrutábamos de la cena
-Junsu –hablé – ¿me dirás con quien estás saliendo ahora? –él sonríe como estúpido
-¡Te enamoraste! ¡Woohh! -agrega Jaejoong con alegre rostro interpretando la sonrisa de Junsu
-no, aun no. No quiero forzar las cosas
-es decir que los dos ¿me abandonaran? –analicé de inmediato
-Min, yo jamás te dejaré –me dice Jaejoong serio –pero… en realidad creo que debes conseguirte un novio –el timbre sonó y él me ayudó a abrir la puerta
-pero… ¿no eres Choi Minho? –ese acosador de nuevo…
***Jaejoong***
Mi novio, como puedo llamarle ahora -sonrío ampliamente- Yunho, pasaría por mí en quince minutos para ir a cenar, debido a que se irá de viaje por unos días a visitar a su madre. Hasta ahora me he dado cuenta que en mi brazo derecho un golpe se muestra a través del color morado en la piel. Fue de la caída que Changmin nos hizo dar para protegernos. Apliqué muchas cremas pero aun así el tocar ese punto dolía. Me coloqué un abrigo y salí para subir a su auto
-¿Cómo estuvo tu día? –él me pregunta
-bien –no quería entrar en detalles
-¿solo… bien? ¿Para qué te llamó el director?
-ehh… ¡mira! Adoro comer allí, entremos, puedes estacionarte aquí –le dije para no decirle sobre mi operación riesgosa.
-¿quieres probar? –Lleve mis palillos a la boca de Yunho -¿Qué tal?
-sí, está delicioso –le sonreía. Me encanta estar acompañado de Yunho, hace que me olvide del resto del mundo y solo me concentre en nosotros
-oye… me preguntaba –tomaba de mi bebida -¿tu… eres celoso?
-¡pero qué pregunta! –Su sonrisa era tan coqueta que me derretía –no lo soy. Mis amantes no han encontrado alguien que me supere y eso me da hado mucha confianza en mí
-ahh… tus amantes –tomé de mi bebida un poco más
-parece que tu si eres muy celoso –me interpreta con la mirada penetrante y seductora -La verdad siempre encontré eso ridículo pero en ti… te ves… interesante
-interesante es… -quería entender su mirada coqueta con esta palabra
-te lo explicaría con palabras pero preferiría en la cama –un calor empezó a recorrer mi cuerpo y agito mi abrigo en busca de aire fresco
-¿no tienes calor con eso? Deberías quitártelo aquí en el restaurante
-ehh… no… tengo mucho frio hoy
-¿has terminado tu cena? –asentí y Yunho pagó la cuenta. Fuimos por el auto y me llevó de regreso a mi casa. Se bajó conmigo y le invité a entrar. Me dirigí a la cocina por un vaso con agua y Yunho se me acerca para besarme. Solté el vaso y me aferré a su cuello. Ese contacto nos dejaba muy claro lo mucho que nos extrañamos, él quería abarcar toda mi boca, y atrapaba mis labios entre los suyos con fuerza. Sus manos recorrían mi cintura y quiso retirar mi abrigo
-dijiste que no podías quedarte esta noche –le susurré y le miré a sus ojos con un centímetro de distancia
-¿Por qué siento que me ocultas algo Jaejoong?
-¿yo? –él muy suertudo ubica sus manos sobre mis brazos para que le mirara a los ojos y emití un quejido. Me desnudó el pecho y efectivamente ve el golpe
-¡¿Cuándo te hiciste esto?!
-no es nada, fue por un operativo –su silencio me exigía que explicara más –bueno… debíamos desarmar un hombre con una bomba
-¡¿Qué?! ¿Y de todos los policías de esta ciudad tú tenías que ir a ese operativo?
-el director nos llamó para eso –pensaba en mis mejores amigos
-¡podías haberte negado! –no podía, mi orgullo se está recuperando gracias a los excelentes resultados que estamos entregando
-¡claro que no! Soy un policía
-eres una lindura que no deberías estar en esos operativos
-¿Qué… que dijiste? –Yunho se quedó callado y yo le miré analizando su gesto -¡eres un idiota Yunho!
-quise decir que…
-¡nada! Pensé que me apoyarías, yo ni siquiera te digo lo que pienso sobre tu trabajo, tus negocios sucios
-¡no son negocios sucios! Los he levantado con mucho esfuerzo… y eso no viene al tema, solo me preocupaba por ti -nuestras miradas se retaban y el enojo estaba muy presente en mis ojos
-¡no es así! –Exploté -Esperaba que fueses diferente pero piensas igual que mis compañeros de la policía… ¿y que si soy una lindura?
-Jaejoong estás mal interpretando… no quise…
-te entendí perfecto Yunho
-no seguiré con esta inútil discusión… mejor me voy –escuché la puerta de mi casa cerrarse y me fui a mi habitacion para tomar un baño de agua caliente. Las palabras de Yunho me habían ofendido y por lo pronto no olvidaría esto.
***Changmin***
-había venido dos veces a tu casa y no contestabas, solo quería asegurarme de que estuvieras bien, algo me decía que no era así y… no me equivoqué –él se fija en mi brazo con algunas vendas por los golpes
-Minho –respiré profundo calmando mis ganas de gritarle
-Me gustas mucho y no quiero dejar de hablarte –Me interrumpe –entiendo tu enojo hacia a mi pero… dame dos días, solo dos días para que me conozcas, y… haré lo que me pidas
-¿hablas en serio? –mi cabeza empezaba a imaginar la forma de alejarlo definitivamente de mi. Él asiente con una sonrisa y entonces acepto su propuesta de los dos días.
***Yoochun***
-no es nada. Solo estoy de mal humor –él intenta mostrarse calmado regresando a su sillón y mirando sus libros de contabilidad del bar
-y… ¿hay alguna persona que te tiene así? –intuía de donde venia su mal genio y no descansaría hasta hacerle liberar, su mirada me pedia que me callara pero ya le conocía muy bien -¡Vamos Yunho! Si no me lo dices no podrás descansar
-pues sí, es Jaejoong
-¡wow! Si que te ha enredado la cabeza –me callé de inmediato para escucharle
-le dije que era muy lindo para estar metido en esos operativos tan peligrosos, liberar rehenes, desarmar hombres con bombas… pienso que es demasiado
-pero es lo que desea hacer y así es feliz… ¿alguna vez le has preguntado a Jaejoong porque quiso ser policía?
-ehhh… no
-quizás sea una razón fuerte para él… Yunho, creo que le debes una disculpa, no debiste decir algo así –dejé que reflexionara unos segundos y ahora debía darle una noticia –por otro lado… debemos actuar pronto, escuché que T.O.P volvió y quiere hacerle daño a los policías que liberaron al nene
-¿Qué has dicho?
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