domingo, 6 de noviembre de 2016

Nunca sabes lo que sucederá mañana. Cap 2

II. Just... Something.



- Tu madre cocina muy bien -  Dijo Yoochun llevando a su boca el último pedazo de carne en su plato. Junho rió como si lo encontrara divertido, Yoochun frunció el ceño y Junho negó con su cabeza.

- Mi mamá nunca ha cocinado bien. Su comida es... cómo decirlo para que no suene mal-  Junho se llevó su dedo índice a los labios, para luego de unos segundos bajarlos levemente con una mirada perdida como si estuviera teniendo un recuerdo y le resultase repugnante - Ella cocina asqueroso. Una vez hizo arroz, tuve daño de estómago por tres días.

- ¿Entonces...

- Es Susu. É{ cocina muy bien, ¿verdad que sí? – Yoochum sonrió y asintió con la cabeza. Aquel chico si que lo impresionaba demasiado.

Había un plato frente a él. Y lo que él se preguntaba era: si él hace la comida, ¿por qué no está allí comiendo? o ¿por qué no lo comió una vez lo sirvió?

- Y su plat-

- Susu normalmente hace la comida, y va a su cuarto, en ocasiones a leer, o simplemente se queda dormido. Él no sirve la comida, solo la deja echa, mamá es quien sirve la comida-  Explicó Junho. Yoochum asintió con la cabeza. Eso sí que es extraño.

Ya habían pasado 30 minutos desde que ellos habían llegado. ¿Estaba dormido o estaba fuera de casa?

Junho era muy bueno para descifrar los pensamientos de Yoochum, y cuando vio que su amigo veía aquel plato seriamente.

- Creo que Susu está dormido - Dijo finalmente, Yoochum lo miró confundido. ¿Era él de la clase de personas que tenían una 'siesta' a las 6 de la tarde? - Es... es algo de lo que te hablaré. Creo que... puedo confiar en ti. Es por lo que... - Junho mordió sus labios y Yoochun le sonrió y Junho soltó un suspiro, sonriéndole de vuelta. 

Puede que fuese algo muy personal, él entendía. Y que Junho quisiera contarle, era algo que lo hacía sentir bien.

- ¿Puedes esperarme un momento en la sala? Tengo que subir a organizar mi cuarto. Tu sabes... - Yoochun soltó una suave carcajada y asintió con la cabeza. Junho subió las escaleras y él se sentó en el largo sofá frente a la repisa. 

No sabe cuánto tiempo se quedó viendo las fotos, que no se dio cuenta de que Junsu lo estaba viendo desde las escaleras. Al momento en el que Yoochun sintió los ojos en él giró a verlo, pero él se dirigía hacia la cocina. Se sentó en el comedor, frente al plato. 

Comía lentamente, sin prisa. Su madre se situó a su lado y le puso la mano en la cabeza, de la misma manera que había hecho con Junho. Pero él no apartaba la mano, más bien, se encogía ante el tacto de su madre, y su expresión cambió a una de miedo. Yoochun simplemente observaba. Las actitudes que ambos tomaban con la señora Kim eran, en cierto modo, similares.

- Siempre le tuvo miedo a mamá - Dijo Junho viendo el lugar en donde estaba su hermano y su mamá. Yoochun lo miró. 

En verdad no entendía nada.

- Ven, te explicaré.

Subieron las escaleras y fueron a la habitación al fondo del pasillo, pasando por la habitación de Junsu. Yoochun pudo verla de reojo. Era blanca. Era... un poco depresiva.

Junho se sentó en la cama y Yoochun tomó asiento a su lado, en un mueble negro. Junho tomó un largo suspiro y sonrió. Miró el techo y luego su mirada cayó sobre Yoochun. Él no sabía como describir su mirada. Porque era, en cierto modo sombría.

- Nuestra madre siempre fue apartada después de la muerte de papá cuando yo tenía 10 años. Susu es, dos años menor que yo, y siempre le ha tenido miedo a mamá, desde la muerte de papá, creo una barrera, que a Susu le dio miedo, siempre gritaba. Es una de las razones por el que se encoge ante el tacto de ella, y también porque, desde el accidente, se ha vuelto más reservada. 

"Yo nunca-no me gusta demostrar mis sentimientos... en cierto modo. Así que, nunca conté sobre los problemas familiares, o personales.

"Hace dos años, nuestra madre tenía que ir a una reunión de trabajo. Luego de la muerte de papá, ella siempre-lo primordial para ella desde eso, siempre fue su trabajo, ni siquiera sus hijos.

"Fue, exactamente el 18 de febrero del 2012. Ella fue por Susu al colegio, y tenía que dejarlo en casa. Pero, decidió que era mejor llevarla al trabajo y que yo fuera por él una vez saliera del colegio. Sólo le importaba el trabajo. Junsu tenía 16 años, era muy inteligente. 

"Ella, no se fijó que el semáforo había cambiado, y siguió de largo, hasta que escuchó unas bocinas, giró el auto bruscamente y... el lado del que iba Junsu chocó contra un árbol. Estuvo inconsciente dos semanas. Parece que desde entonces, mamá se sintió culpable. Y no dejaba de lamentarse. Ahora es más cariñosa, pero eso no cambia sus acciones pasadas. Nos lastimó a ambos, y su cariño no puede arreglar el daño que nos causó.

"Cuando despertó no podía hablar claramente. Resulta que sufrió de un trauma craneoencefálico. Y uno de los síntomas fue la afasia de Broca. 

"Le cuesta hablar. Él piensa como una persona de su edad. Pero, le cuesta expresar lo que quiere decir, ya sea por medio de palabras o escribiendo. Por eso estaba sorprendido cuando dijiste que estaban hablando. Su habla es como un niño de un año de edad. Él es muy inteligente, le gusta leer. Pero, no comprende mucho de lo que lee, por lo que le toma demasiado tiempo leer una pequeña frase.

"Está asistiendo a terapia, pero no le hace mucho efecto. En ocasiones, tiene pérdida de memoria, es uno de los síntomas del trauma, que espero, no sea permanente. Por eso es que, tiene que leer todos los días, porque, si deja de hacerlo por mucho tiempo, olvidará como leer. 

"Las personas que necesita recordar debe verlas todos los días. No sé cómo, pero en cierto modo te recuerda. No físicamente. Pero si, recuerda tu nombre, y eso nunca había pasado. Creo que le has hecho algo, Yoochun.


Los estudios pasaban sin contratiempo, pero Yoochun no se dejaba de preguntar por Junsu. 

- Ah, Susu, ¿qué pasa?-  Preguntó Junho, Yoochun estaba tan inmerso en la historia de la guerra fría que no notó cuando Junsu se había situado a su lado. 

Junsu se mordía los labios y jugueteaba con sus dedos mientras los miraba fijamente.

Yoochun alzó su vista y le sonrió, mientras él se sonrojaba. 

Le pareció tierno, lo va a negar. Las acciones de Junsu en cierto modo eran tiernas. 

- Mojar si casa tarde -  Junho entrecerró los ojos y trató de entender lo que su hermano decía.

- ¿Quién? ¿Yo? - Fue lo que respondió Yoochun. 

- Hmm - Respondió Junsu asintiendo con la cabeza - Lluvia.

Yoochun giró su cabeza hacia la ventana a su izquierda y vio como del cielo ya grisáceo, comenzaban a caer pequeñas gotas. Junho giró a ver a su amigo, ¿enserio entendió lo que dijo tan rápido? El ni siquiera tuvo tiempo de procesar bien la información.

- Tienes razón, debería irme ya -  Yoochun se puso de pie y Junsu corrió por el pasillo, para luego entrar con un largo impermeable.

- Frío moja -  Dijo extendiendo el impermeable a Yoochun, quien lo tomó sonriente.

Junsu devolvió la sonrisa y se apartó, dando un paso hacia atrás. Bajó la mirada y jugueteó de nuevo con sus dedos.

Yoochun empacó sus cosas y se llevó su maleta al hombro. Bajó las escaleras con Junho y Junsu a sus espaldas. Una vez en la sala de estar se giró a despedirse de los hermanos.

- Eh, ¿cuándo lo terminamos? - Preguntó Junho.

- No sé, tu dime cuándo puedes-  Respondió mientras abrochaba el impermeable.

- ¿Mañana? - Dijo Junho y la cara de Junsu se iluminó.

- Seguro, ¿después de clases? – Junho asintió y Junsu sonrió - Bien, yo me iré. Mañana te devuelvo tu impermeable Junsu -  Y el nombrado sonrió. 

- Te gusta, ¿verdad?-  Preguntó Junho una vez Yoochun se fue. Junsu simplemente sonrió tímidamente y se sonrojo, bajo su cabeza y subió rápidamente a su habitación. Junho rió.

….


- ¿Ya estás preparado? – Yunho preguntó y Yoochun movió su cabeza de izquierda a derecha - ¿Crees que no has estudiado lo suficiente?

- Si, puede que haya estado estudiando mucho, pero, no creo que haya estudiado lo suficiente aún.

- ¿Bromeas? Siempre que te veo estás enterrado en libros- Yoochun sonrió.

- ¿Listo Yoochun? - Preguntó Junho.

- Si. Vamos.

Subieron al auto, he hicieron lo mismo al día anterior. Detuvieron a comprar un poco de comida mientras estudiaban y Yoochun compró un poco de chocolate para darle a Junsu, ya que Sehun había dicho el día anterior que su hermano menor siempre había sido una amante del chocolate.

El día en la casa de Junho estuvo igual que el día anterior. Junho evitaba a su madre y Junsu se encogía ante el tacto de ella.

La comida de Junsu  era increíble, y está vez Junsu, por alguna extraña razón no se levantó del comedor una vez Yoochun y Junho comenzaron a comer allí.

Yoochun le había agradecido a Junsu  por haberle prestado aquel impermeable, y le aseguro que esa vez había llevado un paraguas junto con su chaqueta. 

- ¿Cómo le va a tu hermano con el tratamiento del hospital? - Preguntó Yoochun en medio de su trabajo.

- La verdad, es que no le ayuda mucho. Es un lugar agradable, pero Junsu no logra acostumbrarse a ese ambiente. En ocasiones es más como si fuesen psicólogos.  Él necesita es que ellos le ayuden a mejorar, no un psicólogo.

- Ahm, yo estaba-claro si quieres-no te estoy obligando-es sólo un consejo-no debes-

- ¿Qué cosa?

- ¿Puedo ayudarlo? Ya sabes que quiero estudiar medicina, y me agradaría ayudarlo. Enserio.

- ¿En qué se-

- Con su afasia, anoche estuve buscando unos t-

- ¿Buscaste? ¿Enserio?

- Si, quiero ayudar, enserio. Me encantaría ayudar.

- Bueno, yo no soy quién decide, es Susu.

- Y no pu-

- ¡Junsu!

Pasados unos dos minutos Junsu tocó la puerta. Junho le pidió entrar y le explicó la idea de Yoochun, quien la veía atentamente y con una sonrisa. Junsu solamente se dedicó a ver a Yoochun, parpadeando lentamente. Luego inclinó la cabeza y abrió la boca, para luego cerrarla, repetitivamente.

- ¿Po-poder ayudar?

- Si Junsu, yo puedo ayudar. ¿Qué dices?

- No... no... no hablar... rá-rápido.

- Ese no es el punto. Para esa es la ayuda. Para que puedas hablar más rápido, y salgas de tu estado. ¿Me dejas ayudarte Junsu?

Junsu lo miró un rato y luego vio a Junho, él simplemente se encogió de hombros y le sonrió.

- ¿No enfadarse?

- No Junsu, seré paciente – Él simplemente asintió y Yoochun le sonrió de oreja a oreja.

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