viernes, 11 de abril de 2014

Las linduras de la poli. Cap 12

Capitulo 12


***Changmin***
-¿hace cuanto tiempo huyeron los ladrones? –pregunté
-hace diez minutos –me responde Minho –iban en una moto –tomé mi radioteléfono y presioné el botón para hablar
-patrulla uno vaya por el norte y encierren un perímetro de seis cuadras, moto que evada las principales, que sea detenida –miré al policía principal para que me escuchara también –patrulla dos… cuiden las avenidas principales que ellos intentaran escapar por esa vía
-entendido mi detective –me responde el policía, acto seguido él mira al dueño de la mansión –Kim Bum por favor siga conmigo para tomar la declaración –fácilmente podía irme el lugar pero el corazón es así de irracional que miré a Minho y solo se me ocurrió pedirle que me acompañara también. Fui hasta la salida principal de la mansión y le tomo del brazo para conducirlo hacia el lado derecho donde había una pequeña terraza con una luz baja
-¿Qué es lo que quieres? –Minho pregunta acomodando su saco que se vio arrugada por mi amarre
-linda fiesta de compromiso –comenté -¿Cuándo te casas?
-no te interesa –él continua arreglando su saco, evitando verme seguramente
-¿Por qué de mal humor?
-¡¿Por qué tenias que aparecer?! –Finalmente me regala su mirada -¡Me vine a Busan para no esperar verte en cualquier lugar, y cuando bajo del avión eres lo primero que mis ojos encuentran! –Él se mostraba desesperado calmando sus sentimientos y yo sonreía, hecho que le hizo enojar -¡¿Qué es gracioso?!
-¿aun me quieres?
-eso… ¡claro que no! ¿Crees que soy tan estúpido para seguir enamorado de ti? –no le dejé reaccionar cuando le acorralo y su cuerpo queda fijo sobre una columna de madera que sostenía el techo de la pequeña terraza
-¿Cómo hiciste para olvidarme? ¡Dime! –los rostros a escasa distancia agitaban nuestra respiración, sus labios entreabiertos solo deseaban que los míos los tocara pero él no iba a tomar esa iniciativa, le fue mucho más fácil mirar hacia otro lado que no fuera mi rostro
-¡Detective Changmin! ¡Detective Changmin! –escuchamos la voz del policía principal llamando por mi
-deberías irte –agrega Minho –alguien puede vernos y…
-ahora mismo no me importa que me vean –hice que las manos de Minho abrazaran mi cintura y cargué su rostro para besarlo cómodamente, nuestros labios coordinaban a la perfección, yo subía y bajaba atrapando toda su boca, recordando en ese beso todo el amor que me quería dar meses atrás cuando me conoció, él reacciona y se detiene mostrándome su rostro de deleite y luego baja la cabeza para esconder su realidad –eso era todo lo que necesitaba de ti –él no cambio su posición de vergüenza cabizbajo y me alejo de la terraza para responder al llamado del policía. Él estaba dentro de la mansión y me le uno  
-¡Ustedes son unos ineficientes! –se quejaba Kim Bum -¡policías mediocres!  
-¡hey! ¡hey! ¡hey! Más respeto –le exigí al idiota –estamos aquí para recuperar sus objetos personales, no para que nos insulten
-¡pero aun no encuentran nada! –mi radioteléfono se enciende y me dicen que los ladrones fueron capturados dentro del perímetro que había ordenado encerrar. Los invitados que escucharon claramente se alegraron y me felicitaron, muchas mujeres se me acercaron para tocarme y pronto descubrí que estaban interesadas en mí. Sonreía con triunfo y me alejé educadamente para subir al auto e ir de regreso a casa.
-¡Changmin! –Escuché la voz de Minho y me giro para verle –llévame contigo
-¡¿Qué estás diciendo?! –Kim Bum le reclamaba pero Minho solo veía a mis ojos. Le sonrío y le tomo de la mano para que lleguemos al auto
-es increíble –susurré para mi acompañante –es increíble lo que hacen mis besos   
***Yunho***
-¡me estás diciendo que el restaurante no va bien! –le grité a Yesung, el contador
-pero no te alteres, esto es una empresa nueva, debes darle tiempo mientras logras que las personas vengan con mayor frecuencia y además se aprendan el nombre del restaurante
-¿Qué más tiempo? ¡Este lugar no se llena!
-Yunho… -él retira sus lentes de aumento –ve a casa a descansar –si no quería que lo golpeara era lo mejor que podía hacer, tomé mi saco y fui hasta el auto para conducir a casa.
Jaejoong me convenció de invertir mi dinero en un restaurante, al principio me opuse pero luego comencé a creer que sería una buena idea. Los meses han pasado y el lugar se ve vacio, las cuentas dicen que hay pérdidas y esos informes me están mortificando. Hacen que mi vida se desestabilice y la vea con mal humor.
Estacioné mi auto en el garaje y entré subiendo a mi habitacion, encendí la luz y Jaejoong estaba arrodillado sobre la cama con un pantalón negro lleno de huecos y unos tirantes sobre su pecho que marcaban una equis, en su cabeza habían unas orejas de gato y su mano derecha llevaba un látigo.
-ehh… Hola Yunho –él pronuncia no muy cómodo. Yo no puedo evitarlo y llevo mis manos a la boca ocultando la sonrisa, me controlo un poco y le miro -¿quieres… algo de acción? –luego de pronunciar esto usó el látigo sobre la cama y entonces estallé en risas. Me doblé tanto sobando mi estomago y cerrando mis ojos que no me di cuenta el momento en que Jaejoong se fue e ingresó al baño    
No podía calmar mi risa y respiraba profundo para tener éxito pero la imagen reciente de Jaejoong no salía de mi cabeza. Cuando estuve más tranquilo me ubiqué frente a la puerta y toqué pidiéndole que saliera, me disculpe un millón de veces pero Jaejoong no salía, tuve que engañarle diciendo que saldría para que él estuviera solo y en cuanto abrió la puerta le tomé del brazo para que no escapara. Él había quitado su “sexy traje” y ahora llevaba una salida de baño blanca.
-¿Qué querías lograr con eso Jaejoong?
-es que… -él quería confesar y le pedí que hablara –siento que ya no te gusto, hace un mes no estamos juntos
-he llegado cansado, siempre te lo digo
-siempre lo dices pero no te creo, ya no me deseas, ya no tengo tu atención y eso me duele Yunho -le abracé fuerte, quizás no me he dado cuenta de lo lejos que he estado de él. Sus ojos me buscaron y me habló de nuevo –hay algo que te preocupa pero no me quieres decir. Tengo derecho a saberlo –le besé para no ver más su rostro lleno de desespero y me pegué a su pecho. Le guie para que callera sobre la cama y me ubiqué sobre su cuerpo, su cara bajo la mía para besarlo a mi antojo por su cuello y barbilla
-yo… -él quería conocer la verdad –me molesta sentir que estoy perdiendo mi dinero en ese restaurante –Jaejoong me escuchaba con detenimiento –mis ahorros están allí y…
-shhh!!!… -él posa su dedo índice sobre mis labios –lo que pasa es que en tu bar… todo era ilegal, por eso obtenías dinero rápido, tu vendías drogas y ahora todo lo estás haciendo bien
-y eso ¿qué significa?
-significa que debes ser paciente y que deberías ayudarte conmigo cuando lo necesites… Yunho –yo me quedé pensando en sus palabras –ahora quiero besarte –me acerqué a sus labios y los acariciaba con delicadeza llenándome de mucho amor por él
-Te amo Jaejoong 
***Junsu***
-¡Hola Changmin! –mi protector llegaba de su operativo y me sorprende verlo acompañado de ¡Minho!
-Junsu… él se quedará en mi habitacion por unos días hasta que encontremos algo para los dos
-¡¿de verdad?! Ustedes… -yo sonreía de emoción por él. Nunca le había visto tan feliz y ellos formaban una pareja linda. Me quedé en mi habitacion viendo televisión y de repente empiezo a escuchar gemidos. Negaba con mi cabeza, ¿es que ellos no podían hacerlo en silencio? Incluso la cama rechinaba y no pude soportarlo más. Tomo una chaqueta para salir de mi apartamento. Fui en busca de Jaejoong
-¡Hola Jae! –Le saludé y él me mira pensando antes de hablar -¿Qué pasa?
-Junsu… ehh… por favor…
-ya entendí, quieres que me vaya –él me toma de la mano para detenerme
-Yunho y yo… ya sabes… no quiero dejar esta oportunidad
-sí, está bien –me alejé de su casa sin saber a dónde ir, la reconciliación de Changmin probablemente duraría toda la noche y no quería estar en mi habitacion escuchándolos en vivo. Caminé por una hora en la calle pensando en mi vida. Era feliz pero quizás alguien mejoraría los días. Tomé un taxi y le dije que me llevara a una disco que estuviese de moda.
El lugar por fuera era agradable. Entré y me dieron un antifaz de color amarillo. Todos llevaban uno y entonces me lo coloqué. Fui hasta la barra y pedí un coctail suave. Un hombre que no dejaba de observarme con antifaz color negro y plata llamó mi atención él me hace señas para que le siga hasta el baño y sin saber por qué lo hago. Él me ubica en una pared y nos mirábamos descubriendo si podíamos conocernos. Le dejé acercarse a mi rostro y me besó. Acaricie sus labios pretendiendo asegurarme de lo que creía
-Yoo… chun –susurré y volví a probar esos labios gruesos atrapándolos con los míos. Quería verle, necesitaba descubrir su rostro, le retiro su antifaz y me habla
-no soy Yoochun pero si prometes besarme de esa forma puedes llamarme así todo el tiempo
-ehh?? –Reaccioné retirando mi rostro y mi cuerpo de él –lo siento. Yo… te confundí con alguien
-pero aun podemos divertirnos –claro que no pretendía tener sexo con un desconocido.
***Jaejoong***
-Yunho –mi pecho se inflaba de las respiraciones profundas -hagamos el amor de nuevo –dije en voz alta, él estaba acostado al lado derecho de la cama de espalda y yo me subí sobre él –¡Yunnie! –le tocaba su espalda para que no durmiera, él estaba cansado luego de esa actividad, pasaron unos minutos y logré que girara su cuerpo ubicándose boca arriba pero aun así tenía sus ojos cerrados. Busqué su cuello para besarlo y olerlo, lo amaba en todo el sentido de la palabra
-Jaejoong –él pronuncia –no me provoques así –yo sonreía y le miraba conectándome con sus ojos
-¿Qué quieres para tu cumple?
-bueno… nada especial, además de estar contigo –él me toca la barbilla mirando mis labios y no puedo evitar besarlos –creo que es hora de llamar a Yoochun, le diré que venga
-¡¿de… de verdad?!
-sé lo que estás pensando y no. Él y Junsu… Olvídalo
-¡claro que no! Haré que regresen
-Yoochun no perdona así de fácil
-y yo no me rindo así de fácil. Debo hablar con Junsu… -me iba a levantar de la cama y Yunho me toma del brazo empujándome hasta su pecho
-pensé que querías hacer el amor de nuevo –Yunho con sus fuertes brazos consigue ubicarme bajo su cuerpo y besa mi cuello haciéndome olvidar el resto del mundo, dejarme llevar por sus labios recorriendo todo mi pecho en línea vertical hasta el borde de mi bóxer era lo que mi deseo llamaba a grito, ya estaba duro y completamente excitado, él besa mi sexualidad y abrí mis brazos para disfrutar de ese placer recorriendo todo mi cuerpo.
Cerré mis ojos y sonreía mordiendo mi labio inferior conteniendo el volumen de los gemidos que seguramente serian en tono alto. Yunho hacía con su lengua toda clase de movimientos perfectos que me enloquecían y que terminaba suplicando para que me llenara de él
-Yunnie te quiero adentro  -él levantó mis piernas y se ubica sobre sus rodillas para entrar en mi cuerpo y conectarnos de forma profunda. Como el calor de la excitación lo pedía. Lo hacía rápido y con fuerza, calmando también su deseo de mí, eso me fascinaba, ver su rostro serio con respiración entrecortada y queriendo tocar mi punto más sensible. Tenía que gritar, tenía que gemir y pedirle que me besara, él se baja hasta tocar nuestros pechos para alcanzar mi boca y sin dejar de penetrarme me roza los labios queriendo comerlos.
Él estaba cerca, es cuando más rápido se mueve y yo también me iba a correr. Yunho quería tenerme más pegado a su piel y entonces enrollo mis piernas sobre su espalda para que él se corriera dentro de mi cuerpo con nuestras respiraciones juntas, nuestras miradas solo podían traducirse en entrega total. Me masajee y también expulse el liquido alcanzando mi orgasmo, no creo que nadie más me haga llegar como lo hace Yunho. Lo amo de verdad y nos quedamos abrazados por unos minutos dándonos besos sueltos.

DOS SEMANAS DESPUES…
***Junsu***
Jaejoong me ha invitado a una fiesta en su casa, el motivo es la celebración del cumpleaños de Yunho. Al día siguiente iremos a un campamento… realmente no quiero ir, todos irán en parejas y yo… -no ir-… no es una opción, Jaejoong jamás lo aceptará. Llegué a su casa a eso de las diez de la noche y él me recibe con un fuerte abrazo. Su reacción me extrañó pero le correspondí. Él me ayuda con mi equipaje para el campamento y acto seguido me entrega una copa con Martini
-pero… sabes que ya no tomo mucho –le refuté
-lo necesitaras, de verdad… toma toma toma –mi amigo insistía
-bien –de un trago me tomé la bebida arrugando mi rostro -¿contento?
-mmm… Junsu… ¿podrías llevar tu equipaje a la habitacion? –le dije que si con mi rostro y subí a la segunda planta. Abrí la puerta sin imaginar que alguien pudiese estar adentro
-¡oh! ¡Lo siento yo… -me quedé inmóvil, mi morral incluso se cayó y mis ojos se fijaron en él. Mi corazón dolió pero al mismo tiempo empezaba a alegrarse y a palpitar con rapidez, su cabello negro estaba un poco más abundante, su camisa estaba entreabierta, él estaba terminando de vestirse cuando entré a la habitacion. Mis ojos recorrieron tu piel y él lo descubre cerrando los botones de inmediato
-¡¿Qué estás haciendo aquí?! –su voz no sonaba amigable en absoluto
-Jaejoong… es mi mejor amigo –le respondí pero Yoochun me ignora y termina de vestirse –y ahora vivo en Busan –agregué, no quería dejar de hablarle. Yoochun se mira una vez más al espejo luciendo perfecto y demasiado bien para mi gusto y sale de la habitacion. Le sigo y al bajar las escaleras Jaejoong nos esperaba
-Yunho viene en camino, quiero que todos digan ¡feliz cumpleaños! –la mirada de mi mejor amigo lo decía todo. Él quería nuestro regreso y le agradecía sus intenciones.
El homenajeado apareció y todos le felicitamos y le cantamos, la casa de Jaejoong estaba llena de invitados a la reunión, todos eran personas alegres y estaban disfrutando del ambiente. Una mujer rubia quería llamar la atención de Yoochun y sí que lo logró ampliando el escote de su pecho, bailaban tan cerca y mis sentidos se enojaron
-deberías dejar de mirarlo tanto –se me acerca Minho 
-no puedo yo… -reaccioné y me fijé en mi acompañante, me callé de inmediato y le presté atención -¿tú qué harías?  
-mala pregunta, tu y yo somos diferentes
-¿Qué harías? –le exigí conocer
-ya hubiera alejado esa rubia de mi hombre
-muy bien… eso es lo que haré
-pero Junsu… –Yoochun iba saliendo con ella y debía evitar que se fueran juntos. Él debía quedarse para hablar conmigo, para besarme, para decirme que soy lindo. Fui detrás de ellos y un taxi ya esperaba
-¡nooo! Yoochun –ellos me miraron y al no pronunciar nada la mujer le da un beso en la mejilla
-gracias por acompañarme –ella comenta y él le cierra la puerta trasera del vehículo despidiéndose con una sonrisa. Yo suspiré con alivio, él se gira para regresar a casa y me ubico frente a él
-yo… pensé que te irías con ella…
-Junsu –había pasado mucho tiempo desde que él pronunció mi nombre y me quedé en silencio –no me fui con ella porque le debo respeto a alguien
-a… ¿a alguien? –intuía su respuesta y mi cuerpo empezaba a temblar
-estoy pensando en casarme pronto con mi actual pareja –mi mente no asimilaba esa frase, era mucha información directa, sin ninguna preparación psicológica para mis sentimientos. Sentí que me desmoronaba completo. Él se fue para reunirse con Yunho y yo fui a la cocina por más Martinis. Me tomé uno como si fuese agua porque nada me importaba. Changmin aparece y me quita la copa para luego abrazarme y lloré mojando su pecho y aferrándome a su cuerpo.
***Yoochun***
De acuerdo a lo planeado en la mañana de hoy iremos a un campamento, aun es de madrugada y me gustaría dormir un poco. Le pregunté a Jaejoong donde descansar y él me lleva a una habitacion, Junsu aparece también y resulta que debemos compartir la misma cama. Jaejoong no puede ser más obvio en sus intenciones, él nos deja solos y se despide con una sonrisa
-dormiré en este sofá –comenta Junsu tomando una almohada. Asentí con mi rostro y me lancé sobre la cama abriendo mis brazos y ocupándola toda. Cerré mis ojos intentando dormir, pero no podía, la cercanía de Junsu había perturbado mis planes de descansar. Quería verlo de nuevo. Perderme en su rostro delicado y bello. Eso no puedo negarlo. Siempre será hermoso. Le di mi espalda y pude entonces caer en un sueño.
Al abrir mis ojos vi un reloj sobre la mesa de noche, eran las siete con treinta minutos. El sol era fuerte y recordé a Junsu durmiendo en el sofá. Me gire con lentitud y… él dormía profundamente. Su cuerpo a medio lado frente a mi me permitió quedarme sobre la cama por unos minutos. Quería tocar su rostro, especialmente sus labios. Sus seductores labios que me invitaban a atraparlos con los míos todo el tiempo hasta que él exigiera ser libre de mí. Yo no debía estar pensando en eso, me levanté y con el ruido que hice él se mueve y finalmente se despierta. Le miré sin decir nada y fui al baño para asearme.
Cuando terminé el relajante baño, abrí la puerta de la ducha y encuentro a Junsu frente a mí y me alteré un poco ya que no esperaba verlo
-te traje toallas –me dice mirando a mis ojos y se la arrebato de las manos, me cubro y acto seguido el se quita su salida de baño mostrándome su cuerpo desnudo. Luché contra los deseos de hacerle tantas cosas y me alejo de la habitación.

2 comentarios:

  1. Ayyy como eres mala, porque lo dejas ahi!!!!

    Dios esto esta super interesante, Minho... hiciste muuy bien en hacer lo que hiciste.

    Jae, apesar de que Yunho se burlo de ti, tambien lograste tu cometido.

    y Junsu... tu la tienes un poco mas dificil, pero no te rindas delfincito bello, Yoochun tambien te ama, aunque el dolor de lo que paso lo siga cegando.

    Gracias por el capo.

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  2. Noo... yo necesito seguir leyendo... ;;

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