martes, 4 de marzo de 2014

Las linduras de la poli. Cap. 3

3er Capítulo




***Junsu***
Bueno, no es difícil pensar que está mal lo que hice, pero es que aun no puedo creer que Jaejoong me dejara a un lado en el caso, no tendrá nada de malo que yo haga lo mismo. Iba en el taxi y saque del sobre el reporte que Jaejoong hizo y lo leí completo. Llegué a la institución y busqué mi arma, me preparé leyendo un poco más el archivo principal y en mi auto fui a la calle 15, debía encontrar un bar llamado Roullin.
No es prudente acercarse mucho al lugar, así que estando en la calle doce estacioné mi auto en un lugar fácil para salir. Me escondí el arma en la parte de atrás y salí en dirección al bar. Era muy temprano en el día y seguramente el líder de los VIP no estaría pero si el chico que debíamos liberar. Toqué la puerta varias veces y finalmente un hombre con barba y fumando un cigarrillo me abre
-uhhh... ¡Hola lindo!
-hola -le sonreí -es que me he perdido y quizás me ayudes con una dirección, ¿me llevas?
-¿Llevarte? ¡Bromeas! -el hombre da una calada al cigarrillo -no puedo. Pídele ayuda a otra persona -él hombre iba a cerrar la puerta y es cuando le apunto sobre el pecho
-Estas solo... ¿Cierto? -le dije haciendo que caminara dentro del bar y yo me introduje observando el lugar -¿Donde está chico?
-¡no se dé que me hablas!
-¡Minho! ¡Minho! -comencé a llamar y escuchamos un ruido que venía de un segundo piso -llévame al segundo piso -le ordené y él hombre me señala el camino. Había una puerta con bloqueo y le obligué a que la abriera.
¡Ahí estaba él! Minho tenía las manos esposadas en su espalda y la boca sellada con cinta sentado sobre una cama nada cómoda, sus ojos llorosos de tantas lágrimas y su cabello largo despeinado. El hombre me ataca y me caí arrodillado pero de inmediato me levanto y le apunto. Veo que para ese momento el también tenía una pistola en sus manos y ambos nos retábamos
-baja el arma lindura o juro que te mato -él me hablo y ya no sabía qué hacer, no me atrevía a disparar porque podría ser peor. Él carga el arma y mi corazón latía a mil, yo también cargué la mía y ya tenía miedo hasta de espabilar.
-ni siquiera lo pienses -mi mejor amigo apareció y sentí que el alma regresaba a mi cuerpo, él le apunto en la sien al hombre y acto seguido le roció un espray en el rostro que lo inmovilizo de inmediato, él cae al suelo y Jaejoong le acomoda a un lado -¡¿Estás loco?! ¿Querías morir?-él me habla y la felicidad que tenia de verle se esfuma en segundos
-estoy trabajando en el caso... SOLO
-¡Junsu! -él me hace un puchero aun reclamándome
-¡mmm! ¡Mnnhh! -Minho llamó nuestra atención
-¡omo Minho!... -con ayuda de Jaejoong le desatamos y el nos agradece
-¡Vamos! -dice Jaejoong. Él sale primero de la habitacion y regresa minutos después cerrando la puerta con seguro -hay... hay como diez hombres abajo
-¡¿Qué?! -dice Minho -¡Sáquenme de aquí! ¡Por favor!
-¿Qué hacemos? -pregunté
-¿me preguntas a mi? ¡Debiste hacer un plan de emergencia! -me dice mi mejor amigo y los tres nos miramos con cara de pánico.

***Yoochun***

-¡¿Una reunión a esta hora?! Yunho... No sé tú pero yo si duermo -estaba un poco molesto porque el jefe me pidió que nos encontráramos temprano en el bar para hablar sobre un tema que no podía esperar
-pero que mal humor traes... ¿Te rechazaron anoche?
-a mí nadie me rechaza -le sonreí con picardía -justamente por eso me falto dormir más horas
-lo siento Señor Irresistible -alguien tocaba la puerta. Fui a abrir y saludé a Shin de manos en el aire y contacto leve de hombros
-Yunho estaré afuera si necesitas algo
-puedes quedarte -el jefe le respondió
-no, acabo de ver los polis en la calle quince. Creo que habrá problema y quiero estar al tanto
-¡¿Que dijiste?! -Yunho preguntó por mí -¿Que policías?
-esos que vinieron pensando que éramos los VIP -él se burlaba y yo miré a Yunho. Segundos después salimos corriendo del bar para subir al auto. Aceleró e íbamos al Roullin
-¡Ese tonto! Jaejoong vino ayer para preguntarme dónde encontrar a T.O.P
-¡¿Le dijiste?!
-claro que no, ¿Como hizo para saberlo? -nos acercábamos por el bar y ya habían autos que claramente identificábamos pertenecientes a los VIP
-Yunho espera... Ve por detrás del Roullin -él me escucha y alcanzamos a verlos por la ventana del segundo piso que daba a la calle -¡Ahí están! -Yunho se estaciona y nos acercamos. Yunho toma varias piedras pequeñas y me da algunas
-debemos llamar su atención o saldrán muertos -asentí y empezamos a tirarlas. Tardaron unos minutos en mostrarse pero finalmente Jaejoong se asoma y mira a Yunho, alcance a ver qué susurraba su nombre y se mostraba alegre
-¿Y esa sonrisa? -le pregunté a mi jefe y él me guiña el ojo -¡Eres un...! -no pude terminar la frase, Jaejoong fue el primero en bajar por la ventana y Yunho le ayudó. Él siguiente fue el nene, mi jefe y Jaejoong le ayudaron a caminar
-te espero en el auto -me dice y yo asentí. Junsu ahora bajaba por la pared con mucho cuidado y yo esperé por él atento a que no se hiciera daño. Su pie derecho no se sujeta con fuerza y resbala, fue buena idea estar allí cerca de él, con mis brazos le esperé y ahora lo tenía frente a mí
-te tengo... te tengo -le susurre acompañando la frase de una sonrisa
-gra... gracias -rápidamente huyo de mi y fue corriendo al auto
-¡No iré allí! -escuché a Jaejoong quejarse. Yunho le pedía que fuese en el baúl del auto y él odio la idea
-pasaré por esa calle y si miran no los encontrarán ¡Entiéndelo!
-¡vamos por favor! -le rogaba el nene y así hicieron los tres. Se ubicaron en el baúl y Yunho pasó a propósito por la calle quince

***Yunho***

No puedo creer que me encuentre ayudando estos policías. ¡¿Yunho cooperando?! Creo que estoy arriesgando mucho, ¡podría morir!
-deja de pensar tanto –me dice mi amigo –si no veníamos no estaríamos tranquilos –él tiene toda la razón.
Un hombre armado se ubica en mitad de la calle y me obliga a detener el auto
-¡Es Yunho! –grita a los demás identificándome. Otro aparece frente a mi puerta y me bajo para saludarle dándole la mano
-¿Qué es lo que pasa? –actué como si no supiera, él hombre me explica y echa una mirada a la parte trasera de mi auto. Me despedí y aceleré para alejarme del lugar, incluso hasta llegar fuera de mi zona. No me fije que había un resalto y lo tome un poco rápido –auushh!!!  –ambos nos tocamos la cabeza. Me detuve y corrí a abrir el baúl.
-¡oye! ¡¿Querías matarnos idiota?! ¡No sabías que íbamos en el baúl! –no era extraño pensar que así me recibiría Jaejoong. Sin embargo le ayude a salir y él se apoyó sobre mis hombros regalándome una mirada y quedándose mudo al instante
-¡¿qué?! Se te acabaron los insultos lindura
-¡No me llames lindura! –me encantaba verlo enojado, ambos nos quedamos callados y miramos hacia un lado. Seis ojos se posaron en nosotros y creo que estábamos dando un pequeño espectáculo
-ehh… ya nos vamos. Gracias por su ayuda –pronuncia Jaejoong. Les vi partir a los tres. Yoochun solo se burlaba de mí y yo le pedí que no dijera nada
-parece que alguien más se interesó en un policía ¿Quién lo podría imaginar? –le ignoré y subí al auto en espera de mi amigo.
***Changmin***
-Jaejoong… ¡¿Hablas en serio?! ¡Lo encontraron! ¡Lo traen con ustedes! –pronuncié en voz alta para que todos escucharan que mis linduras habían resuelto el caso, no en su totalidad porque debían capturar al culpable, pero también era muy importante rescatar al rehén. Todos empezaron a murmurar y yo les pedí que hicieran silencio -caballeros, les gustaría ir a la salida. Mis linduras ya vienen en camino –no terminé de pronunciar cuando todos estaban dirigiéndose a la salida. Incluso el director salió también.
Mis amigos salieron del taxi ¿un taxi?... bueno me explicaran después acompañando a Minho el chico secuestrado. Todos hicieron silencio menos yo que les di los primeros aplausos y los demás me imitaron. Muchos se veían asustados, pero muchos otros les felicitaron con sinceridad.
Para resumir, esta noche el director ofreció una fiesta, no todos los días las linduras de la policía resolvían un caso y tenían a media institución riéndose de los que no creyeron en ellos. Incluso el director se coloco del lado de mis amigos y estaba dispuesto a cumplir lo que les pidieran… de allí la preocupación de muchos.
Jaejoong y Junsu se fueron a casa a cambiar sus ropas y prepararse para la fiesta de la noche y como odio tanta preparación, me quedé aun trabajando en las oficinas. Iba por un café cuando pasé por la habitación donde estaba Minho
-¡dime! ¡¿Quién les ayudó?! –esa voz la reconocía. Ingresé a la habitación sin previo aviso y vi como las manos del policía estaban sobre la camisa del joven.
-¿Qué crees que haces? ¡Suéltalo!
-ya te dije que Jaejoong y Junsu me salvaron –él joven habla -¡no estoy mintiendo!
-vete –le dije a mi igual –él ya dijo lo que querías saber… ves preparándote para la sede sur, tendrás mucho trabajo allí –el hombre con mucha ira se aleja de la habitación y yo le iba a seguir pero un brazo me detiene
-espera… no te vayas –él chico me dice con los ojitos aguados –mi hermano no tarda en llegar, quédate conmigo hasta entonces
-pero yo… tengo cosas que hacer –le contesté y me miró peor que un gatito pidiendo comida –está bien –me senté sobre una silla y él me ataca a preguntas. Aun estaba de humor para responder así que allí me quedé hablando 
***Jaejoong***

Hace dos horas había iniciado la fiesta y la verdad yo estaba aburrido, o bueno, mi cabeza estaba en otro sitio, con otra persona… Yunho… no sé que tiene, o bueno si, es tan sexy, fuerte y masculino hace que todo mi cuerpo tiemble de pensar que estaría sobre mí. Sus besos son diferentes a los que he probado. Son muy eróticos, sensuales, incitantes al sexo…
-me voy –le dije a Junsu
-¿Qué? pero… ¿Por qué?
-yo… de verdad me siento muy cansado. Quisiera dormir un poco –dije tocando mi frente para darle más credibilidad al tema
-ahh!! Claro… dormir en la cama de ese líder ¿cierto? –Junsu me descubre molesto
-me gusta, me gusta, me gusta mucho ¿y qué? –A veces él se comportaba como mi appa –yo respeto tu relación, no digo lo mucho que quiero decir ¡no me critiques!
-está bien –él sabe que con eso no puede pelear, siempre tendré la razón -supongo que iras a buscarle
-mañana te contaré todo -le sonreí y salí de allí en mi auto.

***Yunho***

-¡Woahh! ¿Eres tú Yoochun? -mi amigo entraba a mi oficina vistiendo como hombre de mucho dinero
-¡no exageres!
-te ves muy bien, pareces del norte ¿A dónde vas?
-Yoohwan me llamó, quiere verme –era el hermano de Yoochun, desde que los conocí él como mayor de los dos siempre le cuido y le dio la educación necesaria para que pudiera escapar de la zona en la que nosotros si estábamos inmersos. De  vez en cuando le visitaba pero pensaba que eso podía ser riesgoso para Yoohwan - Shin estará cuidando el bar –yo asentí y le vi salir de mi oficina.
Pedí un trago de vodka para mí solo y lo tomé pensando en Jaejoong, ese policía tonto, reconocía que había algo de curiosidad en mí por saber cómo termino su trabajo, ¿se sentiría feliz? Mi pensamiento se ve interrumpido por Shin que toca la puerta y entra
-ese policía ha llegado
-¡tráelo aquí! –le ordené, ¿podía ser posible que le llamara con el pensamiento?, yo reía como tonto por mis ocurrencias. Me levanté de mi sillón para ubicarme frente a la mesa y descansar un poco sobre esta. Una posición muy relajada y casi que autoritaria.
-aquí está –Shin entra acompañado de Jaejoong, él vestía negro completamente y unas gafas oscuras. Le pedí a mi servidor que nos dejara a solas.        
-¿Qué haces aquí? –le pregunté con mucha calma revolviendo mi bebida y dándole un sorbo.
-eh… vine a agradecerte, sin tu ayuda no hubiéramos liberado al chico… y…
-¿eso es todo? –le regalé una de mis sonrisas coquetas, él me hacia actuar así
-eh!!!… bueno… T.O.P si… eh ¿Dónde puedo encontrarlo? –me le acerqué ubicándome frente a él y le quito las gafas oscuras, nos cruzamos las miradas y él estaba nervioso. Podía verlo fácilmente. Sonreí seduciéndolo y él hacía lo mismo.
-¿A qué viniste?... quizás –en una acción rápida le halo por el borde de su pantalón hacia mi pecho – ¿quieres otro beso? –él lo quería, su mirada era muy clara y trasmitía demasiado. Mis manos rodearon su cintura y le atraigo a mi boca. Sus labios saben muy bien, son suaves y sedientos de ese contacto, me pedían movimientos más profundos y frecuentes de derecha a izquierda, solté sus labios con delicadeza y él no permite que se separen por completo.
-muy bien, si eso quieres –le dije y le empuje para que cayera sobre el sofá. Solté mi vaso con la bebida en el lugar más cercano. Yo me ubiqué encima y le besé el cuello. Con mi mano rozaba la piel suave de su mejilla y luego toqué todo su cuerpo por encima de la ropa que traía. Por lo visto él estaba dispuesto a todo. Le desabroche el primer botón de su jean oscuro y corta el beso
-¡ya va! ¡Ya va! No lo hare aquí Yunho –ambos nos separamos y ahora estábamos sentados sobre el sofá -… llévame a otro lugar –él agrega y yo suspiré. Nadie me pedía algo así, cuando se trataba de entregarse a Yunho el lugar era lo que menos importaba. No mencioné nada -yo… lo siento –él finalmente comenta apenado y con la cabeza baja. Se levanta del sofá y le detengo por el brazo y le obligo a girar su cuerpo para que me viera.
-está bien. Te llevaré a otro lugar  -la sonrisa que me regalo era la más agradable que había visto. Le tomé de la mano y salimos por una puerta directa desde mi oficina hasta un callejón y de allí caminamos hasta mi auto.
A nadie excepto Yoochun y Shin le he permitido entrar en casa. Pero esta noche parece que agregaré una persona más a la lista. Deseaba a Jaejoong, era la verdad y no iba a perder esa oportunidad. Hice un poco de vaga conversación y no tardé en llegar.
Vivía en un apartamento de tamaño mediano, cómodo y perfecto para mí. Hace pocos meses mi madre conoció un hombre y se casó de nuevo desde entonces vivo solo y a pesar de mi vida sexual muy activa, nunca había llevado algún amante a mi casa.
-¡wow! ¿Vives aquí? -Jaejoong la observaba -es linda
-¿Quieres tomar algo? -le pregunté
-un vino puede ser -yo sonreí y le entregué una cerveza en botella -toma tu vino
-no pasa nada si no conoces de estilo -él toma un poco y arruga su rostro en señal de que no le gusto -¡Es muy amarga!
-es lo que toman los hombres lindura. Ven aquí -me senté en el sofá y le atraje para que cayera sentado sobre mí. Le quité la cerveza y la coloque en la mesa del teléfono -No vinimos a hablar ¿Cierto?
-No pero si... -mis labios tocaron con delicadeza su cuello, lo poco que podía sentir porque estaba muy cubierto. Le removí su saco por completo y le comienzo a desabotonar los primeros círculos de su camisa. Así obtuve más piel de sus hombros para probar. Pasaba mi lengua saboreando su piel tan deliciosa.
Quería disfrutarlo con lentitud. Él me ayudó a remover su camisa por completo y le acosté sobre el sofá. Le toqué su pecho con la yema de mis dedos, sintiendo su cuerpo tensarse con mis manos, sus tetillas estaban completamente duras y con sus besos me demostraba que empezaba a calentarse como yo quería. Deleité mis ojos observando todo su torso admirando lo bello que era.
-tu... tienes –volví a sus labios, los abría demasiado para atraparlos por completo y también para chocar su lengua con la mía. Yo ya estaba duro. Ni siquiera viendo porno me ponía así de caliente en poco tiempo, pero aun así terminé de desnudar a Jaejoong tomándome el tiempo necesario. Le necesitaba manosearlo completo y verlo entregándose a cada una de mis caricias.
-Yun…ho -le escuché llamarme cuando me alejé y me coloqué de pié frente a él. Sus mejillas se llenaron de color. Él ya estaba desnudo sobre el sofá y yo aún conservaba mi ropa intacta
-levántate -Le ofrecí mi mano y le pegué a mi pecho para besarlo de nuevo. Toqué su trasero apretando un poco su miembro al mío. Así besándonos le guíe para que llegáramos a mi habitación, con mucha delicadeza le acosté sobre la cama y baje algunas almohadas para que apoyara su cabeza. Yo le iba a hacer el amor, esto no se trataba de sexo, como en mis diversos encuentros. Está vez yo lo deseo como no había deseado a nadie y él me dejaba hacer lo que quisiera.
Yo me desnudé con rapidez, ya quería que nuestras pieles se rozaran. De la mesa de noche saqué un condón y un lubricante. Veía a Jaejoong tocarse mientras yo regresaba a su contacto y eso me molestó. Era yo quien debía masturbarle. De inmediato busqué su boca para comérmela de tanta profundidad con la que mis ganas pedían y le masajeaba su miembro ya excitado.
Jaejoong me tomó del cuello para que me pegara a su cuerpo y así nos besamos y acariciamos por unos minutos que me parecieron los mejores de mi vida. Él se giró para que quedara sobre mí y masajeando mi hombría se sienta en mi pecho para ubicarse mejor y auto penetrarse
-uuoohhh!! –yo gemí, esa unión de mi miembro con su interior fue demasiado placentera, pero era necesario el movimiento. Con mis manos le ayudé para que subiera y bajara de mí. Él lo hizo y poco a poco fue aumentando el ritmo. Yo me enloquecía viendo su trasero chocar con mi vientre
-ohh!!!... ohh!!!... ohh!!!... –parece que toqué el punto exacto de Jaejoong y sus gemidos me decían lo bien que estábamos conectándonos, lo amé, de verdad mi cuerpo se llenó de mucho placer. Con su mano se tocó y me decía que estaba cerca. Pocos segundos después él derramó su semen sobre mí pecho saliendo de mi cuerpo y dejándose caer sobre la cama
-quiero que te corras –él pronuncio con voz aún faltante de aire. Se colocó en posición de cuatro y yo me uní de nuevo a su entrada. Entré y salí muchas veces, rápido y me corrí en su interior dando gemidos que le indicaban a él que también había disfrutado.      
Finalmente nos acostamos retomando el aire y no sabíamos que decir, el silencio hizo presencia y me atreví a mirarle. Sus ojitos se estaban cerrando, producto del mejor somnífero natural. Yo me levanté de cama y con mis brazos le cargo para llevarle al baño -¿Qué haces? –él me preguntó sorprendido y le dejé de pie frente al mueble del lavamanos y mojé una toalla para limpiarle el trasero, aun estaba liso por el lubricante. Por el espejo veía sus mejillas calentarse y eso me pareció lo más tierno. Yo sonreí y él hizo lo mismo. Yo me limpié también y luego regresamos a la cama para esta vez sí dormir.

***Junsu***

-toma esto, te sentirás mejor –me dice Yoochun. Yo le miré apenado por todo lo que hizo por mí la noche anterior de la cual solo recordaba algunos hechos. Le recibí el vaso con agua efervescente en el interior y me lo bebí arrugando un poco la cara, le vi reírse de mí. El timbre suena
-no espero a nadie ¿podrías abrir por mi? –le pedí y el asiente
-¡Yoochun! ¿Qué… que haces aquí? –escuché la voz de Jaejoong  

No hay comentarios:

Publicar un comentario