Porque ustedes no lo dejaron ir.. aquí esta de nuevo otro capitulo divido en 2 ;) ¡disfrútenlo!
Los ahora señor y señora Kim se encontraban en el living conversando, la chica pareciera desistir lo que su bello conyugal le decía.
- ¿Que te parece? — decía Junsu tomando de la mano a su chica
- no lo se Junsu, traer a nuestra hija de arriba para abajo no es buena idea
- oh cariño, vamos.. la nena duerme casi todo el día, no quiero ir solo, quiero que me acompañes a la gira — Junsu coloco su rostro de gato de shrek — voy a extrañarlas mucho. Además... no quiero tener que usar mi mano derecha durante las noches — la joven solo atino abrir sus ojos ante el comentario de su esposo
- Junsu.. — le llamo inquieta, lo cual él solo atino sonreír. Lo que tenia de dulzura, lo tenia de morboso.
- apiádate de tu espeso ah~ ¿o es que a caso quieres ser me infiel durante mi ausencia? — la chica rió bajo ante el comentario
- claro, ¿porque no? así como tu me engañarías estando haya con sabe quien — el mayor hizo cara de desgano mordiendo la mano que antes besaba — Aush! Junsu...
- cariño... hay algo que quiero hacer en este momento — la chica le miro esperando su respuesta — ha pasado días que no te toco, quiero aprovechar que Julieang esta dormida. ¿No vas a rechazarme verdad? — la chica negó, para incorporarse e irse hacia su habitación pero fue detenida — quiero hacértelo aquí... como nuestra primera vez.
La chica miro fugazmente aquel sofá junto con esas sensaciones e imágenes de esa vez.
El mayor acariciaba el abdomen desnudo de su amante sintiendo como la piel se erizaba en sus manos, miraba con deseo aquel cuerpo que aun se mantenía oculto bajo esas prendas, besaba con dulzura y pasión desbordada, embriagado por el perfume de su piel, oyendo los suspiros y el rápido palpitar de su corazón, tomando de ambas piernas para colocarse entre ellas, realizando apenas un despacio balance de caderas, necesitaba fricción, sus pantalones le apretaban haya abajo y necesitaba hacer algo para calmar esa sensación, por primera vez el mayor poso las manos en la retaguardia de su amante, ésta jadeo inesperadamente y fue así como se fue volviendo adicto ante las reacciones que él podía provocar en ella, quería mas de eso.
Flasback
El mayor acariciaba el abdomen desnudo de su amante sintiendo como la piel se erizaba en sus manos, miraba con deseo aquel cuerpo que aun se mantenía oculto bajo esas prendas, besaba con dulzura y pasión desbordada, embriagado por el perfume de su piel, oyendo los suspiros y el rápido palpitar de su corazón, tomando de ambas piernas para colocarse entre ellas, realizando apenas un despacio balance de caderas, necesitaba fricción, sus pantalones le apretaban haya abajo y necesitaba hacer algo para calmar esa sensación, por primera vez el mayor poso las manos en la retaguardia de su amante, ésta jadeo inesperadamente y fue así como se fue volviendo adicto ante las reacciones que él podía provocar en ella, quería mas de eso.
Fin Flashback
- lo recuerdas ¿verdad? — la joven suspiro — tu cuerpo se erizaba con cualquier toque
- era la primera vez que un hombre me tocaba mas haya de lo habitual y sobre todo que estaba desnuda — ella solo atino a morderse los labios
- también era mi primera vez — la chica sonrió de pronto
- recuerdo como te deslizabas hacia afuera de vez en cuando — Junsu sonrió avergonzado
- era un inexperto — se excuso
- fue muy dulce — Junsu mordió sus labios tentativa mente y jalo a la joven para que esta cayera en sus piernas
- ahora te enseñare cuanto he progresado y que tanta miel puedo derramar — esas palabras hicieron que la chica se pusiera rígida con los vellos de punta.
Junsu la recostó para colocarse por encima del frágil cuerpo, ella solo atino a deslizar sus manos por sus hombros hasta el cabello negro de su esposo, mirándose mutuamente mientras se acariciaban uno al otro, viendo sus expresiones al provocarse entre si.
- no me niegues la posibilidad de tocarte así todas las noches, te necesito... — la chica jadeo por el pequeño mordisco que Junsu le dio a su cuello. Las prendas comenzaron a salir de sus cuerpos, esas caricias con suspiros acompañados, el frote tentativo entre piernas y pelvis se hacia cada vez mas apasionantes, el torso del mayor ya estaba desnudo, la blusa de la chica estaba por salir del juego hasta que un gemido ajeno a ellos lograron escuchar, para después un chillido agudo les hiciera parar sus acciones
- Julieang — susurro la chica. Junsu sin decir nada solo se incorporo para dejar ir a su esposa a medio vestir a atender a su hija.
La joven madre se encargaba de serenar a su hija, susurrando y tarareando melodías para que esta volviera a dormirse, al haberlo logrado se dirigió hacia donde estaba su esposo. Junsu se había vuelto a poner su camisa concentrado en sus pensamientos, la chica solo suspiro al verlo un tanto triste.
- Junsu-shi... vayamos a la cama — Junsu subió su mirada para encontrarse con la de ella — mañana tenemos un vuelo temprano que tomar — el mayor transfirió las palabras para después comprender lo que quiso decir. El asintió mas contento para unirse junto con su esposa e irse a acostar en su amplia cama.
...
Gritos se escuchaban en aquel aeropuerto en donde Junsu y compañía llegaban, la chica caminaba tras de su esposo abrumada por la cantidad de gente que le estaba esperando, no temía por ella si no por su hija, tenia terror de que alguna persona tratase de hacerle daño, pero para su seguridad a sus costados y por detrás colocaron guardias, así fue escoltada hasta llegar al coche que los trasladaría hasta el hotel en donde se hospedaría. Tras varios minutos de haber emprendido camino, la joven dejo escapar un suspiro, lo cual Junsu solo atino a colocar su mano en su muslo para reconfortarla.
Ambos se encontraban ahora en su recámara, la chica coloco cuidadosamente a su hija en una cuna que se le había preparado con anticipación, Junsu solo se limitaba a ver como su esposa melosa mente le susurraba a su hija para que no despertara, se fue acercando poco a poco hasta abrazarle por la espalda.
- nuestra hija no pudo tener mejor madre — le dijo al oído — me llena de dicha tenerlas aquí conmigo, no sabes cuanto significa esto para mi. — Junsu susurraba esas palabras con dulzura provocando una sonrisa de la chica, quien acariciaba apenas la mejilla de la pequeña recordando cuando supo que estaba premiada.
- ¡JUNSU! — grito con la nota mas alta asustando a éste mismo
- ¿¡pasa algo querida!? ¿¡donde estas!? — pregunto también alterado pero no recibió respuesta, volviendo a llamarla — ¿¡estas bien!? ¡por dios contesta! — Junsu buscaba en las recámaras hasta dar con ella, encontrándose con cara de sorpresa y sus mejillas húmedas ya por las lágrimas que habían corrido sobre ellas — ¿pasa algo? ¿estas bien? ¿que tienes? — el mayor tomo el rostro de ella para que le mirara sacándola de trance — ¿porque gritaste de esa manera ah?
- Junsu yo... — la chica trago saliva y desvió su mirada hacia su mano — nosotros...— la chica miro de nuevo aquel objeto largo para mirar de nuevo a su esposo — se-seremos... seremos padres — ambos se miraron en silencio
- pa.. ¿padres? ¿estas hablando en serio? — la chica lo miro insegura y asustada por su rostro. Asintió con los labios fuertemente cerrados
- ¿no estas feliz? — pregunto en un hilo de voz
- no... — las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos — no... no — la chica jadeo por la negación del mayor — no puedo creer q-que esto nos este pasando... es, es asombroso — Junsu tomo el rostro comprimido de la chica quien se sentía abatida — vas a darme un hijo... un hijo — el mayor sonreía ya entre lágrimas de felicidad abrazando a su esposa.
- solo faltaba este pedazo de ángel para tener mi vida completa — la chica giro un poco su cabeza basar la mejilla de Junsu — gracias a ti, Junsu-shi
- diría lo mismo — tomo del mentón de su mujer para plantar un dulce beso en sus labios — no se que hubiese sido de mi si no te hubiera vuelto a ver
- ¿haberte quedado con Minha? — Junsu suspiro
- tal vez... pero tu ausencia seguiría persiguiéndome y eso me hubiese sido infeliz tanto a mi como a ella. Jamas pude sacarte de mis pensamientos, solo me despertaba preguntándome en donde estabas, con quien.. con una impotencia sin poder hacer nada
- lo lamento mucho Junsu — el mayor negó
- no hay nada que lamentar, ya todo lo amargo paso, ahora solo nos toca disfrutar y ser felices los tres — el par se envolvieron de nuevo en un cálido abrazo.
Se encontraban haciendo la prueba de sonido, Junsu atentamente escuchaba las indicaciones que se le daba, comenzando los primeros ensayos de su lista de canciones que presentaría en su show, mayormente se la llevaba con una sonrisa adornada en su rostro, podía ver a cierta distancia que su amada estaba ahí, eso le reanimaba excepto cuando tenia que trabajar con sus compañeras de baile, sabia que muchas de las canciones eran de concepto sensual y provocativo, las chicas solo hacían su trabajo que era seducir y pegarse al cuerpo de Junsu, él solo sonreía nervioso tratando de ser el papel de Don Juan seductor. El mayor recostado en uno de los sillones como parte de la escena, abría sus piernas para permitir que una de las mujeres se posara entre ellas y tocara sus muslos, no surgía ningún efecto, excepto cuando imagino quien estuviera en sus piernas, cerca de su pelvis, tocando mas haya de su muslos le dio una punzada de calor en su bajo vientre, gruño ante lo inoportuno pensamiento. Sacudió su cabeza y se centro en lo que debía cantar, miro fugazmente a la chica quien abandonaba el lugar con una sonrisa coqueta, como siempre, Junsu solo pensaba "¿Se habrá dado cuenta? solo espero que no le haya entrado locas ideas". Entre pensamientos y preocupaciones termino el eterno ensayo, el mayor agotado se fue a uno de los cuartos de asistencias para reposar, cerro sus ojos y dejo caer su cabeza hacia atrás lanzando un largo suspiro mientras destensaba sus muslos, pero cual fue su sorpresa que minutos después unas manos bloquearon su vista, pasados segundos Junsu pregunto juguetona mente de quien se trataba, sabia quien era pero quería hacerse el desentendido, fue incorporándose de la silla en donde reposaba para que en un movimiento rápido atrapara el rostro de la chica e sus manos y le estampara un delirante beso, lo sentía muy diferente pero siguió con el beso hasta que decidió separarse, abrió lentamente sus ojos para encontrarse con lo que menos espero.
- t-tu.. — susurro Junsu incrédulo
- mmh Junsu — expreso la chica lamiendo sus labios y su rostro en ensueño — oh Junsu
- e-esto.. esto no es lo que crees, c-como ¡como puedes venir y hacer esto!
- solo vine a jugar un poco... respecto a lo que hiciste, ya fue cosa tuya — la chica sonrió pasando sus dedos por sus labios — perdona que te lo diga Junsu, pero como cantas; besas. Fue una dicha sentir tus labios
- fue un error, ni siquiera pienses que fue por gusto — se justifico el mayor
- pues yo lo sentí muy gustoso, Junsu
- eso fue porque.. — no termino la frase cuando vio entrar a su verdadera dueña de sus labios
- Junsu... y compañía — saludo la joven con una sonrisa
- ¡hola! tu eres... Tu eres la esposa de Junsu ¿o me equivoco?
- si.. yo soy — verifico con timidez
- un gusto, yo soy Lauren
- el gusto es mio Lauren — Junsu lo miraba la escena con cara de poker
- bueno, me marcho... esperemos vernos luego señora Kim, hasta luego.. Junsu — se despidió con una mirada cómplice con el nombrado
- que simpática — comento la chica para dirigir la atención a su esposo que no tenia buena cara — ¿pasa algo?
- ¿e-eh? no.. para nada ¿porque lo dices? — interpelo un poco nervioso
- bueno porque, te veo algo intranquilo ¿ocurrió algo? — Junsu solo negó — ¿estabas engañándome? — el cuerpo entero de Junsu le recorrió un escalofrío — ¡yah! parece como si hubieses visto un fantasma, ¿que ocurre?
- na-nada ¿tendría que pasar algo? — interpelo Junsu arisco dándole la espalda
- bueno, no tienes buena cara y parece como si algo te afligiera... te conozco Junsu
- estoy cansado, es lo que pasa ¿contenta? — el mayor tomo de su botella de agua y salio, dejando a la chica parada.
De regreso al hotel, ninguno de los dos hablo en todo el trayecto, a diferencia a como todo el tiempo viajaban, muy juntos y tomados de la mano, ahora cada quien iba por su lado mirando por la ventana, cada quien en sus pensamientos.
"¿Tan agotante estuvo el ensayo como para que el cansancio lo pusiera en ese humor? lo único que hice fue preguntarle por su estado y me deja sola, quien le entiende... quiere que venga, me preocupo por él y esto es lo que saco, aiish~ parece una nena en sus días."
Al llegar a la recámara, la chica solo se limito a ir a atender a su hija, por su lado, Junsu solo fue y se recostó en uno de los sofás gruñendo, desde aquella distancia, la joven solo se limitaba a verlo y al percatarse que Julieang estaba dormida, la acomodo en su cunero para acercarse a su esposo y con un poco indecisión, poso sus manos en los hombros de él para realizar pequeños masajes, el mayor gimió complacido para ir destensando todo su cuerpo.
- Deberías de ducharte y recostarte un poco, ha sido un día duro Junsu-shi — sugirió la chica con una melosa voz. Junsu lo pensó por un momento y decidió hacer caso, tomo una de las manos de su mujer para besarle y mirarle — lo que mi mujer mande — ambos sonrieron y el mayor se incorporo para abrazarle — lo siento — susurro afligido
- esta bien, estas cansado
- perdóname cariño — volvió a expresar haciendo el abrazo mas fuerte, la chica pensó que era algo exagerado pero Junsu no solo había pedido perdón por el trato, si no por lo que había pasado minutos antes, su conciencia no lo dejaba en paz
- no exageres Su, te dije que todo esta bien ¿si? si insistes ahora si me enojare — rompieron el abrazo y Junsu no quería mirarle a los ojos — ve a ducharte y te espero en la cama ¿de acuerdo? — el mayor asintió y se dirigió al baño.
Después de unos minutos, la figura del mayor apareció solo atado una toalla por su cintura, la chica miro detalladamente el cuerpo de su esposo de principio a fin, no se cansaba de verlo, a pesar de tener un cuerpo delgado estaba fornido, Junsu se percato de esa mirada escaneante de su esposa y solo se limito a curvar sus labios, se fue acercando para sentarse por un costado de ella, la chica se incorporo para acercarse a el y abrazarle, con una de sus manos sacudió el cabello mojado de Junsu.
- mas vale que te seques el cabello, si duermes con el húmedo te hará daño
- si omma — ambos carcajearon y Junsu fue hacer lo que se le había dicho
- y ponte ropa por favor, no estamos en casa como para que pasees semi desnudo por aquí — la chica se quedo con la duda si el mayor la abría escuchado debido al ruido del secador. Junsu salio de nuevo del baño con una bata que ahora solo dejaba descubierto su pecho, arrastrando los pies fue y se recostó aun lado del delgado cuerpo de su esposa, como si fuese un niño, refugio su cara en el cuello de ella para abrazarla y pegarla a su cuerpo, la joven se limito a acariciar los secos y sedosos cabellos de Junsu, respirando el perfume que éstos desprendían, deposito un beso en su cien para tratar de dormir. Pasaron 15 minutos cuando la pequeña criatura comenzó a pujar y a gemir, la chica se despertó de su sueños para cuidadosamente deshacer el amarre que el mayor le tenia, al estar segura que no lo había despertado, fue en busca de su pequeña, le cambio el pañal y le dio de comer mientras esta tomaba serenamente aun el pecho de su madre, por unos momentos deseaba que su hija creciera en un lugar tranquilo, le aterraba que la niña no podría tener una vida normal, de que se rodeara de falsas amistades, entre muchas otras cosas. Entre pensamientos sobre el futuro que le esperaba tanto a Julieang como a ella, decidió volverla a poner en su cunero, el sueño se le había espantado pero decidió irse a acostar de nuevo con su marido, sin poder evitar sonrió ante lo vulnerable que se veía Junsu, su ceño estaba sereno y su respiración estaba acompasada, tan dormido se había quedado que de seguro no había escuchado los lloriqueos de su hija, la chica acerco su rostro al de él para plantar un beso en la frente, seguido en los pómulos y en su comisura, con la precaución de no despertarlo. "Te amo" le susurro cerca de sus labios apenas rosándolos.
Estando media hora sin poder conciliar el sueño, decidió pasear cerca, ocultando un tanto su identidad con unas gafas, se fue acercando cerca del restaurante que de ver a personas almorzar le dio un pequeño antojo, pero no de comida si no por esa deliciosa copa de nieve que estaban devorando dos mujeres, rebusco en sus bolsillos para ver con cuanto contaba, sin estar muy segura se sentó en unas de las mesas un tanto retiradas esperando ser atendida.
- Buenas tardes, bienvenida ¿desea ordenar algo?
- uhm... quisiera esta copa de nieve por favor — el chico curvo sus labios y asintió
- muy bien. Comenzando con el postre primero — la chica solo se encogió de hombros
- no tengo apetito, solo antojo — se excuso ella
- de acuerdo, como usted ordene, en un minuto le traigo su nieve.
El chico con aspecto occidental desapareció entre la gente, para que en el tiempo que el aseguro, regreso con la orden, quien con la misma sonrisa que le ponía nerviosa el chico que se retiro a seguir su labor para ella comenzar a devorar el helado hasta dejarlo vacío. Al estar satisfecha, pago la cuenta y se retiro para regresar de nuevo a la habitación, quien se llevo una sorpresa al encontrarse con Junsu despierto con la hija en brazos.
- ¿Dónde estabas? — pregunto Junsu serio
- eh.. salí por un momento
- ¿Y dejaste a Julieang sola? — la chica se lamento internamente por haber salido
- s-solo fue por un momento, la niña estaba dormida, no pensé que despertara tan pronto — el mayor no recrimino mas y solo dedico a arrullar a la niña quien parecía estar teniendo una conversación. La madre se acerco serenamente hasta donde estaba su esposo para ver a la cría quien estaba a todo su resplandor, sus ojos iguales al de su padre se alargaron al sonreír y mostrar su dentadura limpia de dientes aun, ese gesto había derretido el corazón a sus padres, borrando el tenso ambiente — tan preciosa — menciono la chica acariciando el pequeño rostro, entre arrullos y palabras dulces, la niña volvió a caer ensueño.
- preciosa es como te pondrás esta noche — ella se mostró confusa — cenaremos hoy por la noche, y no acepto excusas — parpadeo varias veces y acepto sin decir nada.
La noche había envuelto el cielo, aquel perfume frutal y suave rondaba por aquella habitación donde la chica estaba retocándose con los últimos detalles, Junsu se había ido primero, ella le pidió que le esperara pero este se negó y salio por aquella puerta sin dar vuelta atrás ante los llamados de su mujer, con berrinches la joven solo se dedico a terminar de arreglarse para ir hacia donde Junsu le estaría esperando.
Un vestido corto, negro como la noche se asentaba al cuerpo de la joven, con un pequeño collar que le adornaba su cuello, colocando apenas unos cuantos anillos pero siempre resaltando ese anillo de oro blanco que Junsu le había dado como propuesta matrimonial.
Antes de salir de la habitación se dirigió a donde aquella mujer de las mas confianza que la chica le tenia, se despidió de Julieang, con un tanto de incomodidad por dejar a su niña en brazos de otra aquella mujer le apresuro a que fuera a donde se le había citado. Cuando esta llego a dicho lugar, todo estaba vacío así que probablemente el local había sido reservado, así que apenas piso dentro y diviso tan reconocida silueta quien estaba de espaldas hablando al parecer con uno de los trabajadores, con paso lento se fue acercando hasta que su presencia fue percibida. Con una sonrisa perlada, el niveo chico miro de pies a cabeza a su mujer quien parecía destellar estrellas por sus ojos, que aun ser una pareja de matrimonio pareciese como si fuese la primera cita; él deslumbrado por la mujer que tenia enfrente quien se teñía de carmesí ante la mirada atenta, que de igual manera, el corazón le galopeaba apresurado ante lo atractivo que se encontraba su cita.
- estas tan hermosa — murmuro Junsu acercándose para abrazarle — tan bella que no quiero que nadie te mire, solo quiero ser yo quien lo haga
- que cosas dices Junsu, no importa quienes me miren, solo me importa que seas tu quien lo haga — el mayor sonrió complacido — aunque no diría lo mismo de ti
- ¿oh? ¿de que hablas?
- de que nadie te mire, pero eso es imposible, todo mundo esta atento a ti
- ¿discutiremos tus celos hoy? — un débil golpe cayo sobre el hombro de éste — de acuerdo, de acuerdo... ahora dame un beso para comenzar bien la noche.
Entre miradas y sonrisas coquetas, dieron comienzo a su cita nocturna, aquel chico uniformado se acerco para prestar sus servicios llevándose una sorpresa.
- Hola, es un gusto volverte a ver — expreso aquel chico con esa misma sonrisa radiante
- oh, si.. el gusto es mio... es.. Stefan — pronuncio el nombre que estaba grabado en el uniforme
- para servirle, que tengan un excelente cena — aquel hombre se retiro dejando una sonrisa a la chica quien se fue borrando por la mirada confusa de Junsu
- ¿de donde se conocen? — pregunto curioso
- esta tarde lo conocí, en el restaurante del hotel — la chica se encogió de hombros sintiendo la mirada insistente de él
- ¿así que fue con él con quien pasaste toda la tarde mientras yo y Julieang dormíamos? — con molestia frunció el ceño ante la pregunta acustante
- ¿vas a reprocharme de nuevo? — contrarresto mientras que Junsu solo resoplaba
- no...
Aquella cena se estaba volviendo silenciosa y cada quien se limitaba hacer lo suyo; beber, cortar la carne para llevarla a la boca y masticar, sin decir nada mas, el chico volvió a aparecer para recoger los platos en donde habían cenado sonriendo de la misma manera a la chica quien no podía evitar devolverle la sonrisa, él no tenia la culpa así que solo se limitaba a darle las gracias. Salieron del restaurante para dirigirse al auto de Junsu, al estar adentro se quedaron segundos sin decir nada aun, el mayor giro su cabeza para verla pero ésta solo miraba hacia enfrente, esperando a que el coche encendiera y así fue.
- ¿estaremos así todo lo que resta de la noche? — interpelo Junsu sin recibir respuesta — bien — Junsu salio de la autopista para estacionarse fuera de ella, había poco transito ya que había tomado una ruta por fuera de la concurrida, la chica no dijo nada. Junsu tomo un poco de aire y se acerco a la chica depositando un beso en el cuello, ella respingo encarando a Junsu de ese acto que no lo vio venir — aun podemos arreglar la noche — susurro el mayor volviendo a besarle, ésta solo cerro los ojos ante la sensación, una de las manos de Junsu bajo hasta las piernas que comenzó a acariciar los muslos
- Junsu, estamos en el coche
- lo se, ¿no es excitante? — le susurro el oído. Tiro del lóbulo de la chica siguiendo con ese camino de besos
- a-algo — logro formular, el mayor seguía insistente, acariciando todo a su alcance, queriendo encontrar el cierre del vestido
- siempre he querido saber que se siente hacerlo en el coche
- incómodo — dijo casi en un suspiro, no creyendo que este le escuchara. Junsu ignoro lo que había escuchado pero a medida que este quería avanzar parecía que a su esposa le costaba, creyendo que le seguía el juego solo por complacerlo y no por querer ella también hacerlo. Fue bajando el ritmo hasta alejarse del cuerpo de la chica, dejándola confundida — ¿pasa algo? — el mayor solo estaba recargado con los ojos cerrados de nuevo en su lugar sin responder. Así que ella tomo la iniciativa y se acerco para besarle la mejilla hasta majar a su pecho, sus manos viajaron hasta los botones de la camisa desabotonado apenas los primeros dos para ser frenada
- no tienes porque esforzarte — le miro suplicante pero este desistió — ya será en otro momento — el mayor beso la frente de la chica para encender el coche e irse al hotel.
Cuando arribaron, la chica tomo del brazo de Junsu, pero este solo respondió con una sonrisa maquillada en su rostro para desearle las buenas noches con un beso fugaz en su frente para irse alguna parte del hotel, avisando que regresaría después. Por su mente se martirizaba por haberle de nuevo rechazado, aunque quiso después enmendarlo pero Junsu captaba rápidamente la circunstancia, se maldijo así misma por haber arruinado la noche, pero como Junsu había mencionado "ya será en otro momento" así que tenia que planear algo para complacerle después de estos amargos momentos.
Eran momentos contados en los que Junsu bebía, nunca lo hacia pero ahora tomo un pequeño shot para que el sabor fuerte de la bebida aturdiera un poco sus sentidos, su poco tolerancia el alcohol le freno así que no volvió a insistir, solo quería despejarse, viendo que sus ojos comenzaban a pesar decidió que era hora de regresar para dormir, había mucho que hacer por la mañana.
Al entrar a la habitación, todo estaba tenue, suspiró sin remedio para quitarse la camisa y el pantalón de vestir, se sentó por un momento para sentir como de a lado se movía y con una voz soñolienta la chica le llamo
- Junsu-shi... — el mayor no respondió ni la chica insistió, recostó su cuerpo al fin en la cama — ¿bebiste alcohol?
- si
- pero... no lo toleras, como es que..
- solo tome un poco ¿de acuerdo? quiero dormir — interrumpió arisco llevando uno de sus antebrazos para tapar sus ojos, escuchando un suspiro la chica que solo se acomodo dándole la espalda.
Al día siguiente, el mayor trato de abrir los ojos pero sus parpados no se lo permitían, así que hizo el mayor esfuerzo para poder abrirlos, giro la cabeza para encontrarse con la hora del reloj que marcaban las 9:30, se quedo viendo aquel reloj hasta que marco 31 volviendo en si alarmante, giro su rostro buscando a su esposa aun lado pero no estaba en cama si no de pie con Julieang en sus brazos.
- ¿porqué no me despertaste? — cuestiono, viendo como la chica giraba confundida
- si te preocupa por la reunión que tenias, ya avise que llegarías mas tarde
- ¿porque? — de nuevo cuestiono
- porque el joven salio a tomar anoche y regreso un tanto ebrio y no creo que hayas ido con buena cara a la hora mas temprana que se te había asignado
- tonterías, estoy bien — Junsu se destapo e hizo el intento de levantarse pero una punzada en la cabeza le aturdió, quejándose entre dientes
- ahí están unos analgésicos y el vaso de agua, supuse que tendrías resaca — el mayor, se quedo masajeando su cabeza para tratar de minimizar el dolor, tratando de ignorar aquellas pastillas pero el dolor no le cedía así que se trago la pastilla junto con su orgullo — no debiste beber tanto — hablo mas serena la chica tratando de armonizar el ambiente
- solo fueron unos tragos, nada mas
- pues esos tragos te están haciendo la cabeza añicos. Debiste pensar en la reunión que tenias hoy
- ¿ahora vas a ser tu quien me diga lo que tengo que hacer? — la chica resoplo
- no tendría que hacerlo si supieras lo que haces — reprocho
- no necesito que me digas lo que tengo que hacer
- entonces ve haya afuera y haz lo que quieras. No logro comprender para que demonios te acompañe a la gira si lo único que he hecho es lidiar con tu mal humor, comprendo que estés estresado y con mucho trabajo pero no para que me trates como si fuese yo la que origina tus problemas.
La chica tomo de su bolso y salio de la habitación con un portazo, Junsu solo gruño y se echo de espaldas a la cama. Entre su mente, se decía así mismo que tenia razón, pareciera que se desquitara con ella y sabe que eso comenzó después de aquel beso equivocado con aquella compañera suya, se sentía frustrado y acorralado por su propia conciencia, no quería decirle pues no vendría al caso pero la culpa lo carcomía aun cuando no había sido intencionalmente. "¿Y si le digo de una vez lo que me pasa? ¿comprenderá, me perdonara?"
- eiish~ — se quejo el mayor colocándose de nuevo de pie rascando su cabeza — tal vez, deba sincerarme.. ya estamos casados y no debe de haber ningún secreto — se hablo así mismo, así que no peno mas y salio en busca de su mujer para aclarar las cosas.
Con aquel rostro frustrado Junsu buscaba a la chica, pensando desesperado en donde podría encontrarse, buscaba desesperado viendo su reloj así que chasqueo ante el inoportuna hora de tener que asistir aquella reunión, tomo de su celular y pensó por unos segundos viendo la pantalla, tecleo el numero y espero a que le contestara; uno... dos... tres... cuatro timbrasos y contestaba, volvió a remarcar pero seguía enviándolo a buzón. Con molestia ante lo ignorado, se fue hacia su coche para trasladarse a donde tenia su punto de reunión, se recosto tratando de calmarse y cerro los ojos.
- ¿¡que demonios haces abrazando a mi esposa!? — grito dentro del coche. El chico se alejo pero seguía acariciando su cabello pero su rostro se acerco a la de ella — ¡voy a matarte! — fue lo que grito saliendo como un demonio enjaulado, cruzando la calle a paso rápido, cuando estaba llegando escucho como su esposa carcajeo un poco demostrando felicidad lo cual le hizo enfurecer mas. Tomo del antebrazo de la chica poco amable viendo la reacción de sorpresa.
- Junsu — le llamo asustada
- ¿¡como puedes permitir que te abrace y te bese!? — el chico occidental trato de hablar pero Junsu lo tomo del cuello — no quiero verte cerca de ella de nuevo ¡entendiste! — la chica le llamo alarmante ante las miradas curiosas de los que caminaban por aun lado
- Junsu, detente.. hay gente mirando por favor — rogó la chica sin poder hacer nada, pues tenia su hija en sus brazos que comenzaba a lloriquear, pero Junsu no cedía su agarre mientras que el chico solo tomaba de las manos de Junsu que lo estaban ahorcando — Junsu basta, él no tiene la culpa, s-solo vayámonos, vayámonos ya y hablemos por favor — el llanto de Julieang lo saco de trance y fue soltando poco a poco a Stefan sin bajar la mirada de odio hacia él. Se giro hacia donde estaba su mujer y la tomo del brazo menos agresivo como la primera vez, hasta llegar al coche.
Estando montados en él y de haber avanzado algunas cuadras el mayor hablo.
- porque.. ¿porque permitiste que te abrazara y besara? — en la voz de Junsu había aun furia
- él... él solo estaba siendo comprensible
- ¿comprensible? ¿¡comprensible en que!? — grito eufórico acelerando la velocidad del coche
- Junsu, no grites... asustas a Julieang — le reprocho meciendo a la pequeña quien no dejaba de llorar — no hice nada malo Junsu — le dijo con un hilo de voz — el solo me abrazo, como cualquiera lo hubiera hecho en una situación difícil, y si me beso fue porque... no lo se, supongo que por sus rasgos occidentales quizás sea de Italia, Francia.. y esa es su costumbre pero nunca lo hizo con otra intención
- ¿y por eso debo permitir que besen a mi esposa? — hizo hincapié en las ultimas palabras
- no fue en los labios como tu crees, yo no se lo hubiera permitido y eso tu lo sabes, ¿porqué te comportas así? has estado agresivo todo este tiempo ¿qué fue lo que hice? — pregunto ahogándose con las palabras pero el mayor no le contesto, sus ojos estaban clavados en la autopista — ¿ah? ¿porque no me respondes?
- no quiero discutir mientras manejo — expreso Junsu rígido escuchando aun los gemidos de su hija y los sollozos de su mujer — calma a Julieang que me pone nervioso
- es Julieang o es porque tu conciencia no te deja en paz — un escalofrío recorrió su cuerpo
- ¿de que estas hablando? — interpelo
- sabes perfectamente de lo que hablo... me acusas como si hubiese sido infiel ¿que hay de ti? ¿cómo se que tu no lo has hecho? — Junsu trago — ¿crees que no he visto como te miran las otras mientras de bailan? tragándome el cuento de que es "solo trabajo"
- es trabajo, lo sabes.. yo no me involucraría con ninguna de ellas — dejo en claro
- ¿en serio? pues no te creo — Junsu apretó sus labios — no creo ninguna palabra de lo que dices
- no se en que te estas basando para suponer que yo te he engañado ¡jamas lo he hecho! — expreso
- ¡mentiras! ¡no me mientas! te conozco lo suficiente y se que esto lo has hecho porque te sientes apresado en ti mismo — el llanto te Julieang se hacían mas intensos y él se ponía mas nervioso
- ¡jamas quise engañarte y no lo hice! fue un accidente, yo.. ¡yo creí que eras tu y termine besándola a ella!
- ¡entonces porque no me lo dijiste! te pudiste haber sincerado conmigo en vez de descargar tu furia y frustraciones conmigo ¡como si yo tuviera la culpa! — le grito
- ¡lo hice porque no quiero perderte, no quería una desilución de ti!
- ¡pues los haz hecho por habermelo ocultado! — aquella discución fue tan al limite que Junsu acelero la velocidad a 180 km pero aun siendo ese auto ultimo modelo, la llanta trasera trono e hizo que este perdiera el balance de si mismo, la manejadera se le jalo con una fuerza que el coche fue a estrellarse fuertemente contra la cera haciendo un gran impacto.
Escuchaba voces pero no comprendía, su cabeza dolía, abrió sus ojos topándose con una cara que no conocía, Junsu quería comunicarse pero no podía,
- ¡esta respondiendo! — con ojos a medio abrir trato de reunir toda las fuerzas para hablar pero solo salían gemidos
- ¡vamos, vamos tiene que resistir! — gritaba un para medico, Junsu giro su cabeza que le dolió como centenares de punzadas, espero a que su vista se estabilizara para ver con claridad, solo veía un brazo y la espalda de esa persona que al parecer ejercía fuerza
- esto... — articulo Junsu, sintiendo como comenzaban atar su cuerpo en la camilla — e- ella, mi m-mi hija, mi mujer.. do-¿donde están?
- es mejor que no hable joven, ha perdido mucha sangre...
- ¿donde esta mi hija? — pregunto ronco. El para medico no respondió — ¿dónde están ellas? mi esposa — pregunto de nuevo tomando de la muñeca del joven — dígamelo — aquella persona vestida de blanco lo miro haciendo los últimos ajustes
- su hija esta siendo atendida... — eso escuchaba como esas personas seguían vociferando — su esposa..
- ¡la estamos perdiendo, se nos va, se nos va! — el mayor al escuchar aquello, su alma se le estrujo. Los para médicos comenzaron a mover el cuerpo de Junsu para subirlo a la ambulancia, cuando lo inclinaron para subirlo a ella pudo mirar como un cuerpo estaba totalmente cubierto de blanco
- quien... — formulo Junsu sin querer creerlo, su respiración comenzó hacerse agitada y sus ojos se llenaron de lagrimas — ¿quien esta cubierto de cuerpo entero? — pregunto agonizante, tomando por sorpresa al chico que lo acompañaba
- es le cuerpo de su esposa... — menciono tenue — lo lamento, no soporto el golpe, ella... murió instantáneamente.
El corazón de Junsu, se hizo añicos. Mordió sus labios fuertemente pero un gemido de dolor salio sin poder retenerse, su pecho dolía mientras que su mente solo gritaba "no, no, no.. por favor, no puede ser, ella no.. mi amor.. ¡no me dejes!" Junsu soltó todo el llanto siendo opacado por las sirenas de la ambulancia
- perdóname amor mio... perdóname — plegaba Junsu — soporte tu ausencia una vez, n-no puedo soportar esto, no podre..
- ¡se esta alterando, la hemorragia acaba de surgir de nuevo! — grito alterado el paramedico — Junsu cerro los ojos, dejándose llevar por el dolor interno de su corazón, queriendo no despertar, no si el amor de su vida ya no estaría con él ahí.
- nuestra hija no pudo tener mejor madre — le dijo al oído — me llena de dicha tenerlas aquí conmigo, no sabes cuanto significa esto para mi. — Junsu susurraba esas palabras con dulzura provocando una sonrisa de la chica, quien acariciaba apenas la mejilla de la pequeña recordando cuando supo que estaba premiada.
FlashBack
- ¡JUNSU! — grito con la nota mas alta asustando a éste mismo
- ¿¡pasa algo querida!? ¿¡donde estas!? — pregunto también alterado pero no recibió respuesta, volviendo a llamarla — ¿¡estas bien!? ¡por dios contesta! — Junsu buscaba en las recámaras hasta dar con ella, encontrándose con cara de sorpresa y sus mejillas húmedas ya por las lágrimas que habían corrido sobre ellas — ¿pasa algo? ¿estas bien? ¿que tienes? — el mayor tomo el rostro de ella para que le mirara sacándola de trance — ¿porque gritaste de esa manera ah?
- Junsu yo... — la chica trago saliva y desvió su mirada hacia su mano — nosotros...— la chica miro de nuevo aquel objeto largo para mirar de nuevo a su esposo — se-seremos... seremos padres — ambos se miraron en silencio
- pa.. ¿padres? ¿estas hablando en serio? — la chica lo miro insegura y asustada por su rostro. Asintió con los labios fuertemente cerrados
- ¿no estas feliz? — pregunto en un hilo de voz
- no... — las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos — no... no — la chica jadeo por la negación del mayor — no puedo creer q-que esto nos este pasando... es, es asombroso — Junsu tomo el rostro comprimido de la chica quien se sentía abatida — vas a darme un hijo... un hijo — el mayor sonreía ya entre lágrimas de felicidad abrazando a su esposa.
Fin FlashBack
- solo faltaba este pedazo de ángel para tener mi vida completa — la chica giro un poco su cabeza basar la mejilla de Junsu — gracias a ti, Junsu-shi
- diría lo mismo — tomo del mentón de su mujer para plantar un dulce beso en sus labios — no se que hubiese sido de mi si no te hubiera vuelto a ver
- ¿haberte quedado con Minha? — Junsu suspiro
- tal vez... pero tu ausencia seguiría persiguiéndome y eso me hubiese sido infeliz tanto a mi como a ella. Jamas pude sacarte de mis pensamientos, solo me despertaba preguntándome en donde estabas, con quien.. con una impotencia sin poder hacer nada
- lo lamento mucho Junsu — el mayor negó
- no hay nada que lamentar, ya todo lo amargo paso, ahora solo nos toca disfrutar y ser felices los tres — el par se envolvieron de nuevo en un cálido abrazo.
Se encontraban haciendo la prueba de sonido, Junsu atentamente escuchaba las indicaciones que se le daba, comenzando los primeros ensayos de su lista de canciones que presentaría en su show, mayormente se la llevaba con una sonrisa adornada en su rostro, podía ver a cierta distancia que su amada estaba ahí, eso le reanimaba excepto cuando tenia que trabajar con sus compañeras de baile, sabia que muchas de las canciones eran de concepto sensual y provocativo, las chicas solo hacían su trabajo que era seducir y pegarse al cuerpo de Junsu, él solo sonreía nervioso tratando de ser el papel de Don Juan seductor. El mayor recostado en uno de los sillones como parte de la escena, abría sus piernas para permitir que una de las mujeres se posara entre ellas y tocara sus muslos, no surgía ningún efecto, excepto cuando imagino quien estuviera en sus piernas, cerca de su pelvis, tocando mas haya de su muslos le dio una punzada de calor en su bajo vientre, gruño ante lo inoportuno pensamiento. Sacudió su cabeza y se centro en lo que debía cantar, miro fugazmente a la chica quien abandonaba el lugar con una sonrisa coqueta, como siempre, Junsu solo pensaba "¿Se habrá dado cuenta? solo espero que no le haya entrado locas ideas". Entre pensamientos y preocupaciones termino el eterno ensayo, el mayor agotado se fue a uno de los cuartos de asistencias para reposar, cerro sus ojos y dejo caer su cabeza hacia atrás lanzando un largo suspiro mientras destensaba sus muslos, pero cual fue su sorpresa que minutos después unas manos bloquearon su vista, pasados segundos Junsu pregunto juguetona mente de quien se trataba, sabia quien era pero quería hacerse el desentendido, fue incorporándose de la silla en donde reposaba para que en un movimiento rápido atrapara el rostro de la chica e sus manos y le estampara un delirante beso, lo sentía muy diferente pero siguió con el beso hasta que decidió separarse, abrió lentamente sus ojos para encontrarse con lo que menos espero.
- t-tu.. — susurro Junsu incrédulo
- mmh Junsu — expreso la chica lamiendo sus labios y su rostro en ensueño — oh Junsu
- e-esto.. esto no es lo que crees, c-como ¡como puedes venir y hacer esto!
- solo vine a jugar un poco... respecto a lo que hiciste, ya fue cosa tuya — la chica sonrió pasando sus dedos por sus labios — perdona que te lo diga Junsu, pero como cantas; besas. Fue una dicha sentir tus labios
- fue un error, ni siquiera pienses que fue por gusto — se justifico el mayor
- pues yo lo sentí muy gustoso, Junsu
- eso fue porque.. — no termino la frase cuando vio entrar a su verdadera dueña de sus labios
- Junsu... y compañía — saludo la joven con una sonrisa
- ¡hola! tu eres... Tu eres la esposa de Junsu ¿o me equivoco?
- si.. yo soy — verifico con timidez
- un gusto, yo soy Lauren
- el gusto es mio Lauren — Junsu lo miraba la escena con cara de poker
- bueno, me marcho... esperemos vernos luego señora Kim, hasta luego.. Junsu — se despidió con una mirada cómplice con el nombrado
- que simpática — comento la chica para dirigir la atención a su esposo que no tenia buena cara — ¿pasa algo?
- ¿e-eh? no.. para nada ¿porque lo dices? — interpelo un poco nervioso
- bueno porque, te veo algo intranquilo ¿ocurrió algo? — Junsu solo negó — ¿estabas engañándome? — el cuerpo entero de Junsu le recorrió un escalofrío — ¡yah! parece como si hubieses visto un fantasma, ¿que ocurre?
- na-nada ¿tendría que pasar algo? — interpelo Junsu arisco dándole la espalda
- bueno, no tienes buena cara y parece como si algo te afligiera... te conozco Junsu
- estoy cansado, es lo que pasa ¿contenta? — el mayor tomo de su botella de agua y salio, dejando a la chica parada.
...
De regreso al hotel, ninguno de los dos hablo en todo el trayecto, a diferencia a como todo el tiempo viajaban, muy juntos y tomados de la mano, ahora cada quien iba por su lado mirando por la ventana, cada quien en sus pensamientos.
"¿Tan agotante estuvo el ensayo como para que el cansancio lo pusiera en ese humor? lo único que hice fue preguntarle por su estado y me deja sola, quien le entiende... quiere que venga, me preocupo por él y esto es lo que saco, aiish~ parece una nena en sus días."
Al llegar a la recámara, la chica solo se limito a ir a atender a su hija, por su lado, Junsu solo fue y se recostó en uno de los sofás gruñendo, desde aquella distancia, la joven solo se limitaba a verlo y al percatarse que Julieang estaba dormida, la acomodo en su cunero para acercarse a su esposo y con un poco indecisión, poso sus manos en los hombros de él para realizar pequeños masajes, el mayor gimió complacido para ir destensando todo su cuerpo.
- Deberías de ducharte y recostarte un poco, ha sido un día duro Junsu-shi — sugirió la chica con una melosa voz. Junsu lo pensó por un momento y decidió hacer caso, tomo una de las manos de su mujer para besarle y mirarle — lo que mi mujer mande — ambos sonrieron y el mayor se incorporo para abrazarle — lo siento — susurro afligido
- esta bien, estas cansado
- perdóname cariño — volvió a expresar haciendo el abrazo mas fuerte, la chica pensó que era algo exagerado pero Junsu no solo había pedido perdón por el trato, si no por lo que había pasado minutos antes, su conciencia no lo dejaba en paz
- no exageres Su, te dije que todo esta bien ¿si? si insistes ahora si me enojare — rompieron el abrazo y Junsu no quería mirarle a los ojos — ve a ducharte y te espero en la cama ¿de acuerdo? — el mayor asintió y se dirigió al baño.
Después de unos minutos, la figura del mayor apareció solo atado una toalla por su cintura, la chica miro detalladamente el cuerpo de su esposo de principio a fin, no se cansaba de verlo, a pesar de tener un cuerpo delgado estaba fornido, Junsu se percato de esa mirada escaneante de su esposa y solo se limito a curvar sus labios, se fue acercando para sentarse por un costado de ella, la chica se incorporo para acercarse a el y abrazarle, con una de sus manos sacudió el cabello mojado de Junsu.
- mas vale que te seques el cabello, si duermes con el húmedo te hará daño
- si omma — ambos carcajearon y Junsu fue hacer lo que se le había dicho
- y ponte ropa por favor, no estamos en casa como para que pasees semi desnudo por aquí — la chica se quedo con la duda si el mayor la abría escuchado debido al ruido del secador. Junsu salio de nuevo del baño con una bata que ahora solo dejaba descubierto su pecho, arrastrando los pies fue y se recostó aun lado del delgado cuerpo de su esposa, como si fuese un niño, refugio su cara en el cuello de ella para abrazarla y pegarla a su cuerpo, la joven se limito a acariciar los secos y sedosos cabellos de Junsu, respirando el perfume que éstos desprendían, deposito un beso en su cien para tratar de dormir. Pasaron 15 minutos cuando la pequeña criatura comenzó a pujar y a gemir, la chica se despertó de su sueños para cuidadosamente deshacer el amarre que el mayor le tenia, al estar segura que no lo había despertado, fue en busca de su pequeña, le cambio el pañal y le dio de comer mientras esta tomaba serenamente aun el pecho de su madre, por unos momentos deseaba que su hija creciera en un lugar tranquilo, le aterraba que la niña no podría tener una vida normal, de que se rodeara de falsas amistades, entre muchas otras cosas. Entre pensamientos sobre el futuro que le esperaba tanto a Julieang como a ella, decidió volverla a poner en su cunero, el sueño se le había espantado pero decidió irse a acostar de nuevo con su marido, sin poder evitar sonrió ante lo vulnerable que se veía Junsu, su ceño estaba sereno y su respiración estaba acompasada, tan dormido se había quedado que de seguro no había escuchado los lloriqueos de su hija, la chica acerco su rostro al de él para plantar un beso en la frente, seguido en los pómulos y en su comisura, con la precaución de no despertarlo. "Te amo" le susurro cerca de sus labios apenas rosándolos.
Estando media hora sin poder conciliar el sueño, decidió pasear cerca, ocultando un tanto su identidad con unas gafas, se fue acercando cerca del restaurante que de ver a personas almorzar le dio un pequeño antojo, pero no de comida si no por esa deliciosa copa de nieve que estaban devorando dos mujeres, rebusco en sus bolsillos para ver con cuanto contaba, sin estar muy segura se sentó en unas de las mesas un tanto retiradas esperando ser atendida.
- Buenas tardes, bienvenida ¿desea ordenar algo?
- uhm... quisiera esta copa de nieve por favor — el chico curvo sus labios y asintió
- muy bien. Comenzando con el postre primero — la chica solo se encogió de hombros
- no tengo apetito, solo antojo — se excuso ella
- de acuerdo, como usted ordene, en un minuto le traigo su nieve.
El chico con aspecto occidental desapareció entre la gente, para que en el tiempo que el aseguro, regreso con la orden, quien con la misma sonrisa que le ponía nerviosa el chico que se retiro a seguir su labor para ella comenzar a devorar el helado hasta dejarlo vacío. Al estar satisfecha, pago la cuenta y se retiro para regresar de nuevo a la habitación, quien se llevo una sorpresa al encontrarse con Junsu despierto con la hija en brazos.
- ¿Dónde estabas? — pregunto Junsu serio
- eh.. salí por un momento
- ¿Y dejaste a Julieang sola? — la chica se lamento internamente por haber salido
- s-solo fue por un momento, la niña estaba dormida, no pensé que despertara tan pronto — el mayor no recrimino mas y solo dedico a arrullar a la niña quien parecía estar teniendo una conversación. La madre se acerco serenamente hasta donde estaba su esposo para ver a la cría quien estaba a todo su resplandor, sus ojos iguales al de su padre se alargaron al sonreír y mostrar su dentadura limpia de dientes aun, ese gesto había derretido el corazón a sus padres, borrando el tenso ambiente — tan preciosa — menciono la chica acariciando el pequeño rostro, entre arrullos y palabras dulces, la niña volvió a caer ensueño.
- preciosa es como te pondrás esta noche — ella se mostró confusa — cenaremos hoy por la noche, y no acepto excusas — parpadeo varias veces y acepto sin decir nada.
...
La noche había envuelto el cielo, aquel perfume frutal y suave rondaba por aquella habitación donde la chica estaba retocándose con los últimos detalles, Junsu se había ido primero, ella le pidió que le esperara pero este se negó y salio por aquella puerta sin dar vuelta atrás ante los llamados de su mujer, con berrinches la joven solo se dedico a terminar de arreglarse para ir hacia donde Junsu le estaría esperando.
Un vestido corto, negro como la noche se asentaba al cuerpo de la joven, con un pequeño collar que le adornaba su cuello, colocando apenas unos cuantos anillos pero siempre resaltando ese anillo de oro blanco que Junsu le había dado como propuesta matrimonial.
Antes de salir de la habitación se dirigió a donde aquella mujer de las mas confianza que la chica le tenia, se despidió de Julieang, con un tanto de incomodidad por dejar a su niña en brazos de otra aquella mujer le apresuro a que fuera a donde se le había citado. Cuando esta llego a dicho lugar, todo estaba vacío así que probablemente el local había sido reservado, así que apenas piso dentro y diviso tan reconocida silueta quien estaba de espaldas hablando al parecer con uno de los trabajadores, con paso lento se fue acercando hasta que su presencia fue percibida. Con una sonrisa perlada, el niveo chico miro de pies a cabeza a su mujer quien parecía destellar estrellas por sus ojos, que aun ser una pareja de matrimonio pareciese como si fuese la primera cita; él deslumbrado por la mujer que tenia enfrente quien se teñía de carmesí ante la mirada atenta, que de igual manera, el corazón le galopeaba apresurado ante lo atractivo que se encontraba su cita.
- estas tan hermosa — murmuro Junsu acercándose para abrazarle — tan bella que no quiero que nadie te mire, solo quiero ser yo quien lo haga
- que cosas dices Junsu, no importa quienes me miren, solo me importa que seas tu quien lo haga — el mayor sonrió complacido — aunque no diría lo mismo de ti
- ¿oh? ¿de que hablas?
- de que nadie te mire, pero eso es imposible, todo mundo esta atento a ti
- ¿discutiremos tus celos hoy? — un débil golpe cayo sobre el hombro de éste — de acuerdo, de acuerdo... ahora dame un beso para comenzar bien la noche.
Entre miradas y sonrisas coquetas, dieron comienzo a su cita nocturna, aquel chico uniformado se acerco para prestar sus servicios llevándose una sorpresa.
- Hola, es un gusto volverte a ver — expreso aquel chico con esa misma sonrisa radiante
- oh, si.. el gusto es mio... es.. Stefan — pronuncio el nombre que estaba grabado en el uniforme
- para servirle, que tengan un excelente cena — aquel hombre se retiro dejando una sonrisa a la chica quien se fue borrando por la mirada confusa de Junsu
- ¿de donde se conocen? — pregunto curioso
- esta tarde lo conocí, en el restaurante del hotel — la chica se encogió de hombros sintiendo la mirada insistente de él
- ¿así que fue con él con quien pasaste toda la tarde mientras yo y Julieang dormíamos? — con molestia frunció el ceño ante la pregunta acustante
- ¿vas a reprocharme de nuevo? — contrarresto mientras que Junsu solo resoplaba
- no...
Aquella cena se estaba volviendo silenciosa y cada quien se limitaba hacer lo suyo; beber, cortar la carne para llevarla a la boca y masticar, sin decir nada mas, el chico volvió a aparecer para recoger los platos en donde habían cenado sonriendo de la misma manera a la chica quien no podía evitar devolverle la sonrisa, él no tenia la culpa así que solo se limitaba a darle las gracias. Salieron del restaurante para dirigirse al auto de Junsu, al estar adentro se quedaron segundos sin decir nada aun, el mayor giro su cabeza para verla pero ésta solo miraba hacia enfrente, esperando a que el coche encendiera y así fue.
- ¿estaremos así todo lo que resta de la noche? — interpelo Junsu sin recibir respuesta — bien — Junsu salio de la autopista para estacionarse fuera de ella, había poco transito ya que había tomado una ruta por fuera de la concurrida, la chica no dijo nada. Junsu tomo un poco de aire y se acerco a la chica depositando un beso en el cuello, ella respingo encarando a Junsu de ese acto que no lo vio venir — aun podemos arreglar la noche — susurro el mayor volviendo a besarle, ésta solo cerro los ojos ante la sensación, una de las manos de Junsu bajo hasta las piernas que comenzó a acariciar los muslos
- Junsu, estamos en el coche
- lo se, ¿no es excitante? — le susurro el oído. Tiro del lóbulo de la chica siguiendo con ese camino de besos
- a-algo — logro formular, el mayor seguía insistente, acariciando todo a su alcance, queriendo encontrar el cierre del vestido
- siempre he querido saber que se siente hacerlo en el coche
- incómodo — dijo casi en un suspiro, no creyendo que este le escuchara. Junsu ignoro lo que había escuchado pero a medida que este quería avanzar parecía que a su esposa le costaba, creyendo que le seguía el juego solo por complacerlo y no por querer ella también hacerlo. Fue bajando el ritmo hasta alejarse del cuerpo de la chica, dejándola confundida — ¿pasa algo? — el mayor solo estaba recargado con los ojos cerrados de nuevo en su lugar sin responder. Así que ella tomo la iniciativa y se acerco para besarle la mejilla hasta majar a su pecho, sus manos viajaron hasta los botones de la camisa desabotonado apenas los primeros dos para ser frenada
- no tienes porque esforzarte — le miro suplicante pero este desistió — ya será en otro momento — el mayor beso la frente de la chica para encender el coche e irse al hotel.
Cuando arribaron, la chica tomo del brazo de Junsu, pero este solo respondió con una sonrisa maquillada en su rostro para desearle las buenas noches con un beso fugaz en su frente para irse alguna parte del hotel, avisando que regresaría después. Por su mente se martirizaba por haberle de nuevo rechazado, aunque quiso después enmendarlo pero Junsu captaba rápidamente la circunstancia, se maldijo así misma por haber arruinado la noche, pero como Junsu había mencionado "ya será en otro momento" así que tenia que planear algo para complacerle después de estos amargos momentos.
...
Eran momentos contados en los que Junsu bebía, nunca lo hacia pero ahora tomo un pequeño shot para que el sabor fuerte de la bebida aturdiera un poco sus sentidos, su poco tolerancia el alcohol le freno así que no volvió a insistir, solo quería despejarse, viendo que sus ojos comenzaban a pesar decidió que era hora de regresar para dormir, había mucho que hacer por la mañana.
Al entrar a la habitación, todo estaba tenue, suspiró sin remedio para quitarse la camisa y el pantalón de vestir, se sentó por un momento para sentir como de a lado se movía y con una voz soñolienta la chica le llamo
- Junsu-shi... — el mayor no respondió ni la chica insistió, recostó su cuerpo al fin en la cama — ¿bebiste alcohol?
- si
- pero... no lo toleras, como es que..
- solo tome un poco ¿de acuerdo? quiero dormir — interrumpió arisco llevando uno de sus antebrazos para tapar sus ojos, escuchando un suspiro la chica que solo se acomodo dándole la espalda.
Al día siguiente, el mayor trato de abrir los ojos pero sus parpados no se lo permitían, así que hizo el mayor esfuerzo para poder abrirlos, giro la cabeza para encontrarse con la hora del reloj que marcaban las 9:30, se quedo viendo aquel reloj hasta que marco 31 volviendo en si alarmante, giro su rostro buscando a su esposa aun lado pero no estaba en cama si no de pie con Julieang en sus brazos.
- ¿porqué no me despertaste? — cuestiono, viendo como la chica giraba confundida
- si te preocupa por la reunión que tenias, ya avise que llegarías mas tarde
- ¿porque? — de nuevo cuestiono
- porque el joven salio a tomar anoche y regreso un tanto ebrio y no creo que hayas ido con buena cara a la hora mas temprana que se te había asignado
- tonterías, estoy bien — Junsu se destapo e hizo el intento de levantarse pero una punzada en la cabeza le aturdió, quejándose entre dientes
- ahí están unos analgésicos y el vaso de agua, supuse que tendrías resaca — el mayor, se quedo masajeando su cabeza para tratar de minimizar el dolor, tratando de ignorar aquellas pastillas pero el dolor no le cedía así que se trago la pastilla junto con su orgullo — no debiste beber tanto — hablo mas serena la chica tratando de armonizar el ambiente
- solo fueron unos tragos, nada mas
- pues esos tragos te están haciendo la cabeza añicos. Debiste pensar en la reunión que tenias hoy
- ¿ahora vas a ser tu quien me diga lo que tengo que hacer? — la chica resoplo
- no tendría que hacerlo si supieras lo que haces — reprocho
- no necesito que me digas lo que tengo que hacer
- entonces ve haya afuera y haz lo que quieras. No logro comprender para que demonios te acompañe a la gira si lo único que he hecho es lidiar con tu mal humor, comprendo que estés estresado y con mucho trabajo pero no para que me trates como si fuese yo la que origina tus problemas.
La chica tomo de su bolso y salio de la habitación con un portazo, Junsu solo gruño y se echo de espaldas a la cama. Entre su mente, se decía así mismo que tenia razón, pareciera que se desquitara con ella y sabe que eso comenzó después de aquel beso equivocado con aquella compañera suya, se sentía frustrado y acorralado por su propia conciencia, no quería decirle pues no vendría al caso pero la culpa lo carcomía aun cuando no había sido intencionalmente. "¿Y si le digo de una vez lo que me pasa? ¿comprenderá, me perdonara?"
- eiish~ — se quejo el mayor colocándose de nuevo de pie rascando su cabeza — tal vez, deba sincerarme.. ya estamos casados y no debe de haber ningún secreto — se hablo así mismo, así que no peno mas y salio en busca de su mujer para aclarar las cosas.
Con aquel rostro frustrado Junsu buscaba a la chica, pensando desesperado en donde podría encontrarse, buscaba desesperado viendo su reloj así que chasqueo ante el inoportuna hora de tener que asistir aquella reunión, tomo de su celular y pensó por unos segundos viendo la pantalla, tecleo el numero y espero a que le contestara; uno... dos... tres... cuatro timbrasos y contestaba, volvió a remarcar pero seguía enviándolo a buzón. Con molestia ante lo ignorado, se fue hacia su coche para trasladarse a donde tenia su punto de reunión, se recosto tratando de calmarse y cerro los ojos.
~'~'~
Encendió el coche y rugió el motor, esperando que aquello fuera rápido, dio reversa supervisando que ningún coche viniera para así avanzar, suspiro deslizando sus manos que mantenían el volante apretado, salió de aquel estacionamiento tomando camino por la calle, apenas a una cuadra diviso la reconocida silueta y miro que no estaba sola, bajo la velocidad para agudizar su vista y comprobar que sus ojos no le estaban engañando, ella estaba ahí y con alguien mas, la chica le daba la espalda pero el rostro del chico que sobresalía de su altura también lo reconocía, freno el coche esperando nada, observándolos atentamente hasta que el chico se acerco y la abrazo, acariciando su cabellera, una furia creció en el cuerpo de Junsu.- ¿¡que demonios haces abrazando a mi esposa!? — grito dentro del coche. El chico se alejo pero seguía acariciando su cabello pero su rostro se acerco a la de ella — ¡voy a matarte! — fue lo que grito saliendo como un demonio enjaulado, cruzando la calle a paso rápido, cuando estaba llegando escucho como su esposa carcajeo un poco demostrando felicidad lo cual le hizo enfurecer mas. Tomo del antebrazo de la chica poco amable viendo la reacción de sorpresa.
- Junsu — le llamo asustada
- ¿¡como puedes permitir que te abrace y te bese!? — el chico occidental trato de hablar pero Junsu lo tomo del cuello — no quiero verte cerca de ella de nuevo ¡entendiste! — la chica le llamo alarmante ante las miradas curiosas de los que caminaban por aun lado
- Junsu, detente.. hay gente mirando por favor — rogó la chica sin poder hacer nada, pues tenia su hija en sus brazos que comenzaba a lloriquear, pero Junsu no cedía su agarre mientras que el chico solo tomaba de las manos de Junsu que lo estaban ahorcando — Junsu basta, él no tiene la culpa, s-solo vayámonos, vayámonos ya y hablemos por favor — el llanto de Julieang lo saco de trance y fue soltando poco a poco a Stefan sin bajar la mirada de odio hacia él. Se giro hacia donde estaba su mujer y la tomo del brazo menos agresivo como la primera vez, hasta llegar al coche.
Estando montados en él y de haber avanzado algunas cuadras el mayor hablo.
- porque.. ¿porque permitiste que te abrazara y besara? — en la voz de Junsu había aun furia
- él... él solo estaba siendo comprensible
- ¿comprensible? ¿¡comprensible en que!? — grito eufórico acelerando la velocidad del coche
- Junsu, no grites... asustas a Julieang — le reprocho meciendo a la pequeña quien no dejaba de llorar — no hice nada malo Junsu — le dijo con un hilo de voz — el solo me abrazo, como cualquiera lo hubiera hecho en una situación difícil, y si me beso fue porque... no lo se, supongo que por sus rasgos occidentales quizás sea de Italia, Francia.. y esa es su costumbre pero nunca lo hizo con otra intención
- ¿y por eso debo permitir que besen a mi esposa? — hizo hincapié en las ultimas palabras
- no fue en los labios como tu crees, yo no se lo hubiera permitido y eso tu lo sabes, ¿porqué te comportas así? has estado agresivo todo este tiempo ¿qué fue lo que hice? — pregunto ahogándose con las palabras pero el mayor no le contesto, sus ojos estaban clavados en la autopista — ¿ah? ¿porque no me respondes?
- no quiero discutir mientras manejo — expreso Junsu rígido escuchando aun los gemidos de su hija y los sollozos de su mujer — calma a Julieang que me pone nervioso
- es Julieang o es porque tu conciencia no te deja en paz — un escalofrío recorrió su cuerpo
- ¿de que estas hablando? — interpelo
- sabes perfectamente de lo que hablo... me acusas como si hubiese sido infiel ¿que hay de ti? ¿cómo se que tu no lo has hecho? — Junsu trago — ¿crees que no he visto como te miran las otras mientras de bailan? tragándome el cuento de que es "solo trabajo"
- es trabajo, lo sabes.. yo no me involucraría con ninguna de ellas — dejo en claro
- ¿en serio? pues no te creo — Junsu apretó sus labios — no creo ninguna palabra de lo que dices
- no se en que te estas basando para suponer que yo te he engañado ¡jamas lo he hecho! — expreso
- ¡mentiras! ¡no me mientas! te conozco lo suficiente y se que esto lo has hecho porque te sientes apresado en ti mismo — el llanto te Julieang se hacían mas intensos y él se ponía mas nervioso
- ¡jamas quise engañarte y no lo hice! fue un accidente, yo.. ¡yo creí que eras tu y termine besándola a ella!
- ¡entonces porque no me lo dijiste! te pudiste haber sincerado conmigo en vez de descargar tu furia y frustraciones conmigo ¡como si yo tuviera la culpa! — le grito
- ¡lo hice porque no quiero perderte, no quería una desilución de ti!
- ¡pues los haz hecho por habermelo ocultado! — aquella discución fue tan al limite que Junsu acelero la velocidad a 180 km pero aun siendo ese auto ultimo modelo, la llanta trasera trono e hizo que este perdiera el balance de si mismo, la manejadera se le jalo con una fuerza que el coche fue a estrellarse fuertemente contra la cera haciendo un gran impacto.
~'~'~
Escuchaba voces pero no comprendía, su cabeza dolía, abrió sus ojos topándose con una cara que no conocía, Junsu quería comunicarse pero no podía,
- ¡esta respondiendo! — con ojos a medio abrir trato de reunir toda las fuerzas para hablar pero solo salían gemidos
- ¡vamos, vamos tiene que resistir! — gritaba un para medico, Junsu giro su cabeza que le dolió como centenares de punzadas, espero a que su vista se estabilizara para ver con claridad, solo veía un brazo y la espalda de esa persona que al parecer ejercía fuerza
- esto... — articulo Junsu, sintiendo como comenzaban atar su cuerpo en la camilla — e- ella, mi m-mi hija, mi mujer.. do-¿donde están?
- es mejor que no hable joven, ha perdido mucha sangre...
- ¿donde esta mi hija? — pregunto ronco. El para medico no respondió — ¿dónde están ellas? mi esposa — pregunto de nuevo tomando de la muñeca del joven — dígamelo — aquella persona vestida de blanco lo miro haciendo los últimos ajustes
- su hija esta siendo atendida... — eso escuchaba como esas personas seguían vociferando — su esposa..
- ¡la estamos perdiendo, se nos va, se nos va! — el mayor al escuchar aquello, su alma se le estrujo. Los para médicos comenzaron a mover el cuerpo de Junsu para subirlo a la ambulancia, cuando lo inclinaron para subirlo a ella pudo mirar como un cuerpo estaba totalmente cubierto de blanco
- quien... — formulo Junsu sin querer creerlo, su respiración comenzó hacerse agitada y sus ojos se llenaron de lagrimas — ¿quien esta cubierto de cuerpo entero? — pregunto agonizante, tomando por sorpresa al chico que lo acompañaba
- es le cuerpo de su esposa... — menciono tenue — lo lamento, no soporto el golpe, ella... murió instantáneamente.
El corazón de Junsu, se hizo añicos. Mordió sus labios fuertemente pero un gemido de dolor salio sin poder retenerse, su pecho dolía mientras que su mente solo gritaba "no, no, no.. por favor, no puede ser, ella no.. mi amor.. ¡no me dejes!" Junsu soltó todo el llanto siendo opacado por las sirenas de la ambulancia
- perdóname amor mio... perdóname — plegaba Junsu — soporte tu ausencia una vez, n-no puedo soportar esto, no podre..
- ¡se esta alterando, la hemorragia acaba de surgir de nuevo! — grito alterado el paramedico — Junsu cerro los ojos, dejándose llevar por el dolor interno de su corazón, queriendo no despertar, no si el amor de su vida ya no estaría con él ahí.
TT.TT nooooooo q no muera, no me gusta ver sufrir a SuSu. Pero muy genial
ResponderEliminarNoooooooooo no puede ser!!!! di que solo es un sueño, una pesadilla! no puede ser, eso no lo puede estar pasando a ella ni a Junsu... T_T me voy a llorar... .- Marinsher
ResponderEliminarahhh no puede serrrr ............porfavorrrrr siguelaaaaaaaaaaaaa
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