~>1er Capitulo.<~
No les importaba estar en el piso de un ascensor, sólo dentro de ellos estaba la necesidad de
sentirse y quererse. Conectarse hasta lo más profundo.
Las manos de Yunho recorrieron ávidas cada parte de ese delgado cuerpo que muchas veces imaginó
poseer, y que ahora, se haría realidad. La expresión que surcaba el rostro de la chica lo llenó de
placer y disfrute. Sus gruesos dedos masculinos rozaron la curva de sus pequeños, redondos y
apetecibles senos, provocando que los rozados pezones de la chica se irguieran al instante.
Es perfecta. Hermosa…
-Yunho… - El susurró ronco que la morena proclamó lo alteraron, más no deseaba ser rápido.
Besó sus labios con una dulzura desbordada, asegurándose de saborear cada centímetro de ellos,
¡era exquisita! Sus manos continuaron trazando caminos por la tez de su cuerpo; pasando por su
plano abdomen, su vientre… La vio a los ojos, y en ellos pudo observar esa misma mirada con la que
él la detallaba desde hacía tanto tiempo.
-Estamos encerrados en un ascensor… - Fue lo que dijo ella, con su respiración notablemente
acelerada.
-¿Nos detenemos? – Sabía la respuesta desde mucho antes de que Sakura negara con la cabeza. – No
tienes idea de lo mucho que deseaba este momento. Yo…
-Nunca te vi como mi hermano… - Con esa oración quiso dar a entender que desde hace mucho
también deseaba ese momento. Que él debió haberse dado el valor de confesarse, y exclamar con
besos como los de ese instante, lo mucho que deseaba estar con su persona… Porque para ella, era
exactamente igual.
-No soy tu hermano… - La exclamación fue acompañada por una caricia en la parte intima de la
joven. La cabeza de la morena se arqueó hacia atrás, exponiendo su cuello a los labios
insasiantes del joven. La humedad que percibía Yunho en aquella zona lo hicieron gemir quedadamente.
Intensificó la caricia, mientras su lengua debatía con la de ella una vez más.
-Yunho… - Sus dientes mordisquearon el lóbulo de su oreja antes de regresar nuevamente a sus
pechos. Su mano ascendía otra vez por la textura suave de su vientre. Gimió al sentir las suaves
y delgadas piernas de la joven enroscarse en torno a sus caderas para atraerlo hacia sí.
-Dios…nena… - Gimió aún más fuerte al percibir la parte más húmeda y sensible de la joven
rozar su erección. La morena realizaba lentos movimientos circulares, sin llegar a penetrarse por
completo. Aquella danza lo volvía loco. Disfrutaba de cada roce con un deleite inigualable. Y el
hecho de que estuvieran en un lugar poco apropiado para disfrutar de aquel momento pasional, lo
excitaban aún más…
¡Tanto tiempo queriendo decírselo! ¿Debía ser de aquella forma? ¿A punto de conectar sus
cuerpos de la manera más placentera posible, sobre su chaleco en el piso de un ascensor?
-Este es un escenario poco común para declararnos… - Los movimientos de su cadera continuaban
lentos. Sonrió ante la mirada intensa y lujuriosa de Yunho, justo antes de atraerlo hacía ella
para besarlo con desenfreno. – Yo también te amo… siempre lo he hecho.
Y sólo bastaron aquellas palabras para hundirse en ella con profundidad. Los gemidos de ambos
escaparon altamente de entre sus labios, exclamando sus nombres. Las embestidas que Yunho daba para
llegar más y más dentro de ella iban acelerando el ritmo poco a poco. El sudor de sus cuerpos se
entremezclaba. Besó el suave cuello de la chica, mientras ella se dedicaba a acariciar con
vehemencia la espalda de él. Mordisqueo una pequeña parte de su piel al sentir las palmas de la
joven hacer presión en su trasero. Se hundió aún más en su interior, pensando en cómo había
sido posible que hubiera aguantado tanto tiempo sin siquiera besar sus dulces labios… y
lo imperdonable era el no haberse dado cuenta de que ella sentía lo mismo por él. ¡Pudo disfrutar de
aquel jugoso manjar desde hace mucho!
Entre gemidos y jadeos, se aseguraron de repetirse aquellas palabras que tanto los llenaban. La
tibieza y humedad del cuerpo de la chica lo transportaron a lugares más allá de la realidad. En su
mente sólo estaba ella y él, haciendo el amor tan maravillosamente, sin importarles estar en medio
de un ascensor sin electricidad… al contrario. Muchas fantasías surcaban en la mente del joven
cuando observaba a la morena, y no podía decir que nunca se imaginó haciéndola suya dentro de
un ascensor.
-Yunnie~… - La besó cuando sintió el orgasmo muy cerca. La chica apretó contra él, sintiendo
llamas ardientes avivarse en cada parte de su ser.
- mhh aah~… - Se desplomó sobre su cuerpo cuando sintió su esencia liberarse en su interior, su
parte
más sensible contraerse junto a la de ella; su olor transpirado penetraba en su nariz ¡Dios! No
había sido como muchas veces lo soñó, no… ¡Había sido mucho mejor!
-¡Dios! – La chica lo abrazó fuertemente contra él, besando su hombro y acariciando su
espalda. – Y te decía que eras como mi hermano. – Rió antes de besar su mejilla. – Que
mentira tan grande. ¡Dios! – Exclamó de nuevo. - ¡Estoy tan feliz!
Yuhno levantó el rostro para observarla. Ella le sonreía de manera radiante, esa sonrisa que
tanto lo derretía. Sus bellos ojos brillaban con una intensidad innata.
-Ten claro que te amo, Yunho, y no como un hermano. Aunque creo que eso quedó claro – El joven
la besó con suavidad, aún sin querer salir de ella. Sin duda había sido un completo cobarde al no
haberse atrevido antes. Un ciego de primera por no darse cuenta de los sentimientos de ella para con
él. Un Estúpido por tardar no sabía cuanto tiempo en decirle que la amaba. Pensó que el encierro
en aquel ascensor había dado cabida a la valentía antes dormida… O quizás fue ese efecto
sedante que ocasiona el calor.
¡Y otro tanto tiempo aguantando aquel martirio de no poseerla, de no tenerla¡ Sufriendo al verla
salir con aquellos idiotas que no la merecían.
-¿Por qué me decías que era como tu hermano?
-Porque creí que tú me querías de esa forma.- los labios de Yunho se curvaron en una sonrisa.
-Eres una molestia… - La sonrisa que adornaba su cara era inmensamente ancha. Parecía un sueño,
más estaba seguro de que era la realidad.
-Y tú un vengador sicópata. Me hubieras dicho que me amabas desde mucho antes. – Ella fue quien
lo besó.
-Nuestro momento… y fue en un ascensor.
-¿No te gustó? – Enredó sus manos en la mata de cabello negro.
-¿Bromeas? Se cumplió una de mis mejores fantasías.
-Hum… Bueno, una fantasía ya realizada. ¿Dónde más has imaginado estar conmigo, Jung?
Sonnrió ante la pícara mirada de ella. La besó una vez más, justo antes de sentir el piso del
lugar vibrar ligeramente.
-¡La luz! – Exclamó saliendo de ella para levantarse, pero las piernas y los brazos de la joven
se lo impidieron.
-Esta fantasía puede durar un poco más…
-Pero… - La joven estiró sólo una de sus brazos hasta llegar a los botones del ascensor
para asi oprimir el botón de cerrar, para luego abrazárlo de nuevo. Se movió de manera sorpresiva, logrando estar ahora sobre el masculino cuerpo de su compañero.
Su cabello despeinado, su rostro sonrojado… ¡Dios, era tan hermosa, tan pasional, tan intensa…
perfecta!
-Aja… - Bajó sus labios hasta su pecho, esparciendo besos por su piel.
-¿Planeaste esto?
-No… - Sus labios acariciaron su mandíbula antes de llegar a su boca. – El momento me dio la
oportunidad, y no la iba a desaprovechar. Pero te me adelantaste, con ese beso… -Yunho la atrajo
por la nuca para besarla de nuevo.
-¿Y Changmin?
-¿Quieres que vaya a mi cita con Changmin?
-¡No!– Acarició sus piernas con vehemencia. – Gimió al sentir sus pechos restregarse
contra su torso, y de nuevo le vinieron las ganas de apretarlos contra sus palmas. Llevó a cabo ese
placentero acto cuando ella se enderezó, contoneando lentamente sus caderas sobre su sexo
nuevamente excitado.
La joven realizaba esa tentadora danza sobre su compañero, sólo dando lentos y rítmicos
movimientos circulares.
Es hermosa…
{Y ahora es tuya. Después de tanto desearlo.}
Ahora es mia.
-Te amo.
-Te amo, Yunho - Lo recibió de nuevo dentro de ella.
Nuevamente, sus mentes se perdieron, sus cuerpos se agitaron, y sus corazones se aceleraron.
Entre tanto placer y tanta felicidad, Yunho no logró dar con esa pequeña lista mental, la cual
contenía el nombre de esos lugares con los cuales soñaba, mientras la hacía suya, una y
otra vez…
1. Un ascensor. (Cumplido, de manera inesperada. ¡Pero cumplido!)
2. Un auto . (No sabía por qué, pero lo deseaba)
3. Una solitaria cabaña. (En alguna montaña de Canadá..puede ser ¿por q no?)
4. Una laguna.
5. Una cascada.
6. La playa.
7. Sobre la arena.
En realidad, ya no importaba en donde demostrarle lo mucho que la amaba y deseaba. Con tal de estar
con ella, cualquier sitio sería perfecto.
Por ahora, su lugar favorito era el ascensor.
FIN♥
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