2do Cap. Watch me and obtaining more than a dance

Continuación

~>Primer Capitulo.<~

asdasd amo sus Botoncitos Rosados :B

Todo lo que Jaejoong necesitaba en ese momento, era sentir su cuerpo contra el suyo, sus caricias, su calor recorriendo su sangre. Lo que necesitaba era sentirla a ella.
Y ella lo necesitaba a él.
Jaejoong se acercó a ella, tomándola rápidamente de la cintura y pegándola a su cuerpo mientras logró introducir su lengua en su boca. La lucha había comenzado, y estaba lejos de terminar.
Ella respondió abriendo mas su boca, y dejándose caer en los brazos de Jaejoong.
En la tentación de Jaejoong.
Mas tarde se odiaría a ella misma por eso, pero en ese momento, todo lo que necesitaba era deshacerse del maldito bóxer que cubría la ultima parte de su anatomía.
Dejando que la pasión se apoderara de los besos que se daban, Jaejoong tomó la falda y la retiró de la escena de un tirón rápidamente.
Bajó su lengua a su cuello mientras con su mano acariciaba su feminidad por sobre las bragas que llevaba puestas, que muy pronto adornarían el suelo junto a las demás cosas.
Ella se estremeció y comenzó a lanzar gritos de placer en cuanto Jaejoong recorrió sus pechos con la lengua. Lamía su duro pezón y con su mano acariciaba el otro.
Sus besos se tornaban cada vez mas salvajes, y no pudo evitar gritar en cuanto Jaejoong le mordió descaradamente su pezón.
No podía gustarle eso. No podía gustarle que le causase dolor.
Sin embargo, para la chica fue algo tan bueno que creyó que se correría en ese mismo momento. Una mezcla de placer y dolor había recorrido su cuerpo entero, y se estremeció bajo el poder de la húmeda y cálida lengua de Jae.
Él ignoró sus gemidos, simplemente lo disfrutó. Y con su nariz fue recorriendo vagamente por su vientre mientras ella se retorcía bajo sus caricias.
En cuanto llegó a su objetivo, gruñó al no poder quitar inmediatamente la única prenda que le impedía estar completamente desnuda.
Jaejoong no dejó de rozar con su lengua cada espacio por el que pasaba, y su feminidad no fue la excepción. Pasó la lengua por toda la extensión de tela, hasta que entreabrió los labios y con los dientes, cazó el diminuto trozo de tela y lo bajó con tal rapidez, que creyó que había roto su propio récord.

...

No pare de gemir, hasta que Jaejoong se colocó sobre mi, depositando suaves y cálidos besos en el cuello, me tomó con ambas manos y comenzó a moverse sobre mi lentamente, como si me quisiera matar de a poco.
Oh sí, eso es lo que trata de hacer. Matarme. Me decía mientras me daba cuenta que nunca había odiado a nada en el mundo tanto como el hecho de que ese pequeño bóxer de porquería separase mi cuerpo del de Jaejoong.
No me quede atrás. Mis movimientos comenzaron a tomar agilidad y velocidad, y me movía al compás de Jaejoong, quien gemía susurrantemente, pero se le notaba la excitación debido a las gotas que caían de su frente. Cosa que sólo lograba que me excitara más, y gimiera aún mas.
Ya no podía mas. Sentía que el mundo me daba vueltas al compás de los movimientos de ese completo extraño que se encontraba dándome placer. “Que ridiculez”, pensé  Pero segundos mas tarde lo olvidó, dándose cuenta que estaba a punto de llegar.
“Oh si… Solo un poco mas, y…”

...

—No tan rápido, gatita.
El gran éxtasis que estaba a punto de cumplirse se vio interrumpido por Jaejoong, quien dejo de moverse de repente, mientras Jaejoong agonizaba de excitación.
—No te correrás sin mi en tu interior—exigió con aires orgullosos. No era una opción, era una orden. Y ella  lo sabía. Su voz dándole ordenes, obligándola a que pare el orgasmo que la estaba a punto de atravesar, le dio seguridad, le causo un sentimiento raro que no sabia describir. Un sentimiento sin nombre, pero aún así, le encantaba.
La excitaba la idea de dejar que un hombre la tomara por donde y cuanto lo quisiera. Le atraía la idea de tener que jugar al jefe y la asistente.
Y no iba a irrumpir en los deseos de ese semejante hombre, que hasta ese momento la había hecho estar de maravilla.
Solo asintió, gesto de debilidad, y Jaejoong sonrió satisfactoriamente ante su acto.
Decidió recompensarla sacando su bóxer de su anatomía, por fin.
Cerró los ojos. Decidió que no miraría. Solo sentiría. Después de todo, no recordaría como un stripper la tomaba, sino solo recordaría las sensaciones. Y eso era lo que ella quería. Sentirlo a él.
Sentirlo dentro suyo, sentir que la hacía suya hasta que gritara que no podía mas.
Y, por alguna razón desconocida, lo sabía.

Y le daría lo que quería. Dios santo, sí que se lo daría.
Jaejoong no dudó ni medio segundo, se posicionó sobre ella, y con un suspiro, se hundió en ella fuertemente.
El grito de la chica no tardó en retumbar en sus oídos. Y vaya que lo estaba disfrutando.
Comenzó a moverse rápidamente dentro de ella. Se sentía mejor de lo que había imaginado.
Ella clavó sus uñas en su espalda mientras gemía sin control. Jaejoong jadeaba cansado, pero eso no le impedía seguir hundiéndose mas en su interior.
Comenzó a ir mas rápido que antes, la chica sintió que moriría del placer. Sintió que su mundo daba millones de vueltas. Sintió que Jaejoong penetrándola, llevándola al clímax, marcaba un punto de antes y después en su vida.
Sabía que ya no iba a ser la misma. Lo supo desde que había posado los ojos en aquella atrapante mirada.Y lo sabía desde que su piel había rozado la suya.
Jaejoong era especial. No de esos que se encontraban todos los días.
Maldición, podía decir que estaba enamorada, y le parecería una estupidez por el hecho de que apenas lo conocía de vista, y el ni siquiera sabía su nombre.
Sin embargo, cambió de parecer en cuanto se dio cuenta de la situación. No tenía por qué pensar que él era especial. Después de todo, su trabajo era casi revolcarse con cada chica que se le cruzase.Sintió miedo en ese momento. Miedo y confusión. Y no quería enfrentarlo. No tenía las agallas.
Dejó que Jaejoong la llevara a pasear por el túnel del placer, y se dejó llevar por lo que estaba haciendo.
¿Desde cuando se había vuelto tan cobarde?
Jaejoong gimió en cuanto se hundió fuertemente en ella la ultima vez, antes de descargar ese clímax que los llevó a la cima a ambos, que gritaron al unísono mientras Jaejoong se descargaba en ella.
Al diablo con lo que pasara después.

Fin